Dólar Obs: $ 956,32 | -1,25% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.207,48
IPC: 0,40%
Olive Tree, el nuevo proyecto de Alejandro Weinstein para invertir en firmas de Israel

domingo, 21 de enero de 2018

Azucena González
El Mercurio

Esta semana, el ex gestor de CFR Pharmaceuticals estuvo en Chile con sus socios realizando rondas con inversionistas, asesorados por LarrainVial, para un nuevo fondo de venture capital . El nuevo emprendimiento ya ha concretado el ingreso a seis compañías basadas en Israel, que desarrollan negocios en el espectro de la salud digital e inteligencia artificial, entre otros.

Desde hace cinco años que la vida de Alejandro Weinstein transcurre entre Estados Unidos e Israel, en ciudades como Boston, Silicon Valley, Nueva York y Tel Aviv, tras vender en 2014 a la multinacional Abbott, CFR Pharmaceuticals, la matriz de Recalcine, en una transacción valorada en US$ 2.900 millones, una de las mayores ocurridas en Chile.

Tras ese deal , Weinstein se concentró en desarrollar fuera de Chile nuevos emprendimientos. Hace dos años levantó un fondo de inversión para invertir en la industria de salud y bienestar, a través del cual fue adquiriendo varias compañías de este ámbito en Estados Unidos (ver recuadro).

Ahora está en pleno proceso de levantar otro fondo americano, de capital de riesgo ( venture capital ), cuyo énfasis estará en empresas en Israel, en compañías que están en el espectro de lo que se conoce como salud digital, inteligencia artificial, blockchain y soluciones B2B, en empresas disruptivas, en industrias que tengan mercado en Estados Unidos.

Bajo el paraguas de la firma Olive Tree Ventures -en alusión a los olivos, que duran milenios-, está levantando un primer fondo de US$ 150 millones entre inversores de Latinoamérica, Estados Unidos, Asia (principalmente Japón y Singapur) y Europa, iniciativa que ya tiene muchos pasos adelantados. Ya dispone de recursos con los que el fondo concretó su ingreso a la propiedad seis compañías. Entre ellas, una que mide el dolor y otra que, sin contacto con el paciente, es capaz de medir diversos parámetros médicos (ver recuadro).

Weinstein no está solo en el proyecto. Lo acompañan dos socios: un ingeniero oriundo de Israel, Amir Lahat, y otro emprendedor nacido en Canadá, Mayer Gniwisch (ver ficha). Los tres actúan como socios gestores del fondo, con cuyo aporte ya tienen levantado entre el 30 y el 40% del mencionado vehículo de inversión.

Para el saldo del capital, los socios están en pleno proceso de reunirse con los inversionistas (road show) . Con la asesoría de LarrainVial para abordar Latinoamérica, esta semana estuvieron en Chile en reuniones con inversores de alto patrimonio, family office , y también apuntando a que se sumen aportantes institucionales (compañías de seguros). En este plano local, la participación de los aportantes se concretará a través de un fondo público que será el que invertirá en el fondo de Olive Tree.

"No creo que los inversionistas chilenos y latinoamericanos quieran quedarse fuera de este proceso"

¿Por qué Weinstein optó por Israel como foco de este desarrollo? "Si uno quiere pensar en innovación y en startups , hay tres lugares en el mundo donde se está escribiendo el futuro del planeta. Y no es una exageración. En materia de tecnología, se está escribiendo en Silicon Valley, Tel Aviv y en Boston", responde el propio Alejandro Weinstein, tras finalizar una de las reuniones con inversionistas. Con datos en mano, enfatiza su diagnóstico: en Israel se crean mil startups nuevas por año, las 300 multinacionales más grandes del planeta tienen una sede formal en Israel, donde buscan talento e ideas, y la mayoría de ellas están instaladas en Tel Aviv; y solo entre 2016 y 2017 se produjeron transacciones por US$ 20 billones, de compañías en su mayoría americanas de Silicon Valley, que compraron compañías en Israel. Waze, sin ir más lejos, se creó en Israel, y Mobileye -que desarrolló tecnologías de apoyo a la conducción, como los sensores para la distancia entre los autos-, también surgió allí, y el año pasado la adquirió Intel, describe.

"No cabe ninguna duda de que fuera de Estados Unidos, Israel es el hub más importante para innovación y tecnología (...) soy un profundo admirador de lo que ha hecho Israel en materia de startups y avances en tecnología, y me he propuesto descubrir por qué un país con menos del 0,5% de la población (mundial) tienen un tercio de los premios Nobel", remata Weinstein.

-¿Hay interés de inversionistas chilenos?

"Le respondo con un dato. De las 20 empresas más grandes del mundo en patrimonio bursátil en los 80, hoy solo queda una. La transferencia de valor que ocurre en el mundo hacia las empresas del conocimiento y de la innovación es brutal. La gran pregunta que debe hacerse el empresario hoy es cuándo el adelanto tecnológico lo va a ayudar en su empresa y cuándo el adelanto tecnológico va a matar a su empresa...No creo que los inversionistas chilenos y latinoamericanos quieran quedarse fuera de este proceso. Esa transferencia de valor de lo tradicional a la innovación es cada vez más grande y de forma más acelerada. El conocimiento médico se está reinventando hoy día cada siete años. Creer que el empresario chileno quiere estar fuera de esto, yo creo que no. Y esta revolución no la estamos haciendo nosotros, la están haciendo jóvenes de entre 25 y 35 años que manejan estas empresas, que saben seis idiomas, que andan en micro, pero tienen una personalidad y un carácter que se quieren devorar el mundo".

Buscan tener injerencia en el directorio de las empresas, pero que los emprendedores mantengan el control

La selectividad ha sido vital para llegar a los seis emprendimientos por los que Olive Tree apostó. "De las seis compañías, vimos 400 compañías", explica Weinstein, quien plantea que van a seguir comprando, pero un máximo de seis compañías más, para poder desarrollar el modelo de negocios.

De acuerdo a este, busca tener una participación que fluctúa entre el 15 y el 30% de las compañías, pero teniendo injerencia en la gestión de la empresa. Es decir, los gestores de Olive Tree no son socios pasivos, sino que participan como miembros de los directorios de las firmas. Y buscan que los emprendedores de estos proyectos mantengan el control, pues en venture capital "tienes que dejar que los emprendedores tengan la mayoría", y que en las rondas de financiamiento no se diluyan, para que no se pierdan los incentivos, explica el empresario. El rol de los gestores del fondo como socios de los proyectos es ayudarles a buscar inversionistas estratégicos, redes de comercialización y, en general, apoyar en el diseño de la estrategia de la compañía.

Además, otro de los criterios centrales en la búsqueda es encontrar compañías que ya hayan desarrollado un producto -no toman el riesgo de ir a compañías que están aún en la fase de la idea-, y que por tanto estén ya en una etapa preindustrial y para comercialización. Y, por cierto, que los productos estén respaldados por patentes.

La expectativa con el fondo Olive Tree es que tenga una duración de 10 años, para luego salir, lo que no necesariamente requerirá de una apertura en bolsa de los emprendimientos (IPO), dice Weinstein, apuntando a que sean adquiridas por "compradores estratégicos".

Hasta ahora estas seis compañías siguen basadas en Israel, pero están en proceso de mudarse a Estados Unidos, donde están los mercados para ellas.

Project Blue

Además de estos emprendimientos, Weinstein habla de otros proyectos en los que está participando. "Soy director del emprendimiento "Project Blue" en Estados Unidos, con la ayuda de la NASA. Buscamos descubrir exoplanetas en la galaxia Alfa Centauri. Y además soy director del Belfer Center, de la universidad de Harvard en Boston, que se dedica a la ciencia y asuntos de impacto internacional", detalla.

"Hace cinco años que yo ya no vivo en Chile", enfatiza Weinstein. "La responsabilidad, no que yo, sino que los empresarios inviertan en Chile, es una responsabilidad política de Chile. Habiendo vivido un cuarto de siglo afuera, yo veo cómo se pelean los países por atraer la inversión. Esa responsabilidad no es del empresario, es del país", dice.

"No cabe ninguna duda de que fuera de Estados Unidos, Israel es el hub más importante para innovación y tecnología".
ALEJANDRO WEINSTEIN

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia