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Carlos Furche, ministro de Agricultura

"Lo importante no es quién se pone la medallita"

lunes, 22 de enero de 2018

Patricia Vildósola Errázuriz
Reportaje
El Mercurio

A menos de un mes y medio de dejar el cargo, sostiene que lo fundamental es abrir caminos y dejar una línea de trabajo sostenible en el tiempo, especialmente en temas de adaptación al cambio climático e inclusión de los pequeños.



S i hubiera que nombrar a un solo elemento que haya estado presente a lo largo de los cuatro años en que Carlos Furche ha sido ministro de Agricultura, es el clima, con la intensa sequía presente en casi todo el país, heladas destructoras, aluviones en el norte y las altísimas temperaturas que llevaron a los incendios de hace un año. Pero, en ese período, la buena noticia vino de la mano de un dólar alto, que permitió inversiones y recuperación económica. Cuando falta casi un mes y medio para el término de su gestión, plantea que los desafíos pendientes son precisamente el clima -especialmente la gestión de los recursos hídricos, para dar mayor estabilidad a la producción- y tomar las medidas para mejorar la competitividad y, de esa forma, hacer frente a un dólar que por estos días desciende de los 600 pesos.

Y si bien enfatiza han tenido éxito en la lucha contra la Lobesia botrana, a través de una estrategia que implicó un acuerdo técnico político e institucional entre el sector público y el sector privado, y de un significativo aumento de los recursos ("recibimos ese programa con $3.500 millones y a los dos años lo habíamos subido a $11 mil millones, con recursos propios del ministerio que reasignamos"), pero reconoce que uno de los desafíos que se vienen es seguir enfrentando la creciente presión fito y zoo sanitaria y que está amenazando con nuevas plagas al sector.

Pero, insiste en que más importante que ponerse la etiqueta de quién hizo cada gestión, lo fundamental es abrir los caminos para que el agro del país sea sostenible y sustentable en el tiempo.

EL GRAN DESAFÍO: ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO
El desafío principal de la agricultura es la adaptación al cambio climático. De ahí surgen un conjunto de tareas más fáciles de definir que de concretar. Van desde ampliar el trabajo, fortalecerlo, profundizarlo en materia de recursos hídricos. También hay un conjunto de líneas complementarias, por ejemplo el manejo del riesgo, la ampliación de coberturas y el tipo de seguros; ampliar, como hemos hecho y hay que seguir haciendo, la red de estaciones agrometeorológicas. ....

Más allá de que las prioridades las fija cada gobierno, supongo que ahí va a haber una prioridad que permita sostener un esfuerzo de esta envergadura por los próximos 10 o 20 años.

... Es verdad, la mayor parte de los proyectos van de un gobierno al otro en esta área. Pero lo importante no es quién se pone la medallita, sino abrir caminos y dejar establecida una línea de trabajo sostenible en el tiempo.

INGRESO DE NUEVAS PLAGAS ¿DESCUIDADO?
El país está sometido a una gran presión biológica. El cambio climático tiene entre sus consecuencias la aparición o expansión de plagas que estaban, pero que con el cambio de temperatura y humedad se expanden de manera que no estaba prevista. Allí hay otro núcleo principal para la gestión que viene, que es mantener todos los recursos en alerta. Hemos duplicado la capacidad de control de mosca de la fruta. Hemos fortalecido en frontera, duplicando los equipos de rayos x en los distintos pasos fronterizos. Ampliando, casi duplicando, las brigadas caninas que han sido una ayuda de gran efectividad. Se han mejorado las condiciones de trabajo de los funcionarios del SAG que hacen el control en frontera.

- Pero... aparecen nuevas como la Drosofila Suzuki o el chinche africano
Y seguirán apareciendo. Eso va a ser parte de nuestra realidad en la medida en que el flujo de personas y de bienes solo puede aumentar en el tiempo que viene. Aquí también hay una dimensión estratégica... Aquí hay que avanzar hacia un cambio de paradigma que tiene que ser conversado y consensuado y en el que el sector público y el privado participen activamente en el financiamiento. Es lo que se hizo con la Lobesia. Hay propuestas sobre la mesa. Ojalá sea un tema de debate y una preocupación de las próximas autoridades.

EXPANDIR CÍRCULOS DE INCLUSIÓN
Ese es un desafío. La mitad de los recursos del Minagri están en el presupuesto del Indap. Y este ha puesto un gran énfasis en el vínculo de la agricultura familiar campesina con los mercados, internos, pero también buscando mecanismos que les permita asociarse a este círculo de la agricultura más dinámica. Por ejemplo, lo que se ha hecho por revalorizar las cepas más tradicionales de nuestra vitivinicultura. Hay que tratar de expandir esos círculos virtuosos a otros sectores.

JUGAR EN LAS GRANDES LIGAS CON LA ETIQUETA DE SUSTENTABLE
Podríamos y debiéramos avanzar en la dirección que nos permita ser identificados en el mundo como un país que cuida su naturaleza, que genera procesos productivos sustentables, amigables con el entorno.... Hay países como Nueva Zelandia o Canadá, que son asociados con el cuidado estricto con la naturaleza. Creo que Chile tiene que ser uno de esos países, en donde no solo produce alimentos de muy buena calidad, sino que se hace en una condición de cuidado ambiental y sustentabilidad que la identifique en el mundo. Esta no es tarea solo para el Gobierno que viene, es tarea de Chile para las próximas décadas: ponernos de acuerdo en una línea estratégica que avance en esa dirección.

SOLUCIÓN AL DÓLAR: MEJORAR COMPETITIVIDAD
Si me tocase vivir este proceso, intentaría evaluar las condiciones de competitividad sectorial que permitan enfrentar un período de tipo de cambio menos favorable. Me refiero a temas como el precio de la energía, de facilitación de comercio y posibilidad de búsqueda de nuevas alternativas comerciales y todos los apoyos que se pueden potenciar en materia de productividad. Es decir todo lo que permita estrechar un cuadro de competitividad.... Cuando el tipo de cambio es favorable, debe ser el momento en que los ajustes de competitividad se impulsen. Lo que hay que buscar son los mecanismos para mejorar competitividad en una situación de mayor estrechez. Pero lo que no tiene sentido es que el sector agrícola vaya a esperar que por él va a cambiar la política cambiaria en Chile.

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