lunes, 15 de enero de 2018
Pablo Tirado
El Mercurio
Las ideas van desde generar una mayor vinculación entre la universidad y la empresa hasta aumentar el número de proyectos seleccionados por Start-Up Chile.
Con un nuevo año comenzado y un nuevo ciclo político a la vuelta de la esquina, las apuestas para el ecosistema innovador chileno son altas. Porque quienes asuman los liderazgos no solo tendrán la tarea de seguir manteniendo el buen posicionamiento del país en términos de innovación y emprendimiento, sino también llevarlo a un nuevo nivel. Para el director del Centro de Innovación UC, Conrad von Igel, la clave está en potenciar tres líneas de trabajo fundamentales, que son el promover la innovación asociativa, invertir en capital humano avanzando para potenciar la Ciencia, Tecnología e Innovación, junto al emprendimiento (CTI+e), y al mismo tiempo incorporar a distintos actores de la sociedad a la cultura emprendedora. "Se hace imprescindible que la sociedad exija una relación empresa-entorno distinta, donde todas las áreas de una compañía y sus socios estratégicos deben contribuir a promover nuevas formas de hacer las cosas, como ocurre en el virtuoso vínculo universidad y empresa. No adaptarse a esos cambios podría poner en jaque algunos puntos de productividad e, incluso, la existencia de una organización", asegura. En una senda similar, Julio Correa, director de UDD Ventures, dice que es necesario poner el foco en las cifras de gasto en innovación como porcentaje del PIB, que en Chile roza el 0,4%, siendo uno de los más bajos de la OCDE. "Uno de los temas fundamentales de desafío para el futuro es aumentar estas cifras y considerar dicho crecimiento como parte de una estrategia nacional que sea clave además para mejorar la productividad del país", explica. Agrega que también se hace necesario generar políticas de innovación que apunten a hacer que los emprendedores tengan mayores ambiciones de escala y, por otro lado, a generar calidad y no tanta cantidad. "Los emprendedores justifican las sumas de dinero que piden a sus inversionistas en términos de personal o equipos, lo que es bueno, pero se debiesen ver muchas más inversiones orientadas a prospectar e instalarse en mercados globales. Esto requiere tiempo y no es trivial, pero hay buenas señales de que se puede avanzar en dicha dirección", dice. Esto último va en línea con lo que propone el ex gerente de Emprendimiento de Corfo y actual director estratégico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción, Inti Núñez, quien dice que es importante focalizarse en la etapa de escalamiento de proyectos y en cómo crecen una vez que comienzan a generar ventas. "Por lo mismo, aceleradoras de crecimiento, el comportamiento de los fondos de inversión temprano, nuevos formatos de compras públicas de innovación, internacionalización, etc., serán relevantes", apunta, agregando que también será clave mejorar la métrica, la evaluación y la difusión de los proyectos. Por otro lado, a ojos de Walter Rosenthal, gerente general de Chrysalis, la aceleradora de la PUCV, se hace necesario avanzar más en la generación de emprendedores de alto impacto, creando entornos que les permitan visionar y proyectar negocios globales. "Donde vemos una brecha importante para seguir acortando es en el ámbito del vínculo entre las empresas y los emprendedores, la innovación abierta debería posicionarse en las organizaciones y con métodos para abrir el mundo de oportunidades que las startup y los equipos de I+D les ofrecen para atender sus desafíos de innovación corporativa", afirma. Mejores leyes y nuevas apuestas Quien tiene clarísima su apuesta para este año es la presidenta de la Asociación de Emprendedores en Chile (Asech), Alejandra Mustakis, quien comenta que como organización han definido una serie de modificaciones que les parecen prioritarias para mejorar el ecosistema local. Entre ellos, destaca el pago oportuno a 30 días, que busca que las empresas cumplan con los plazos de pago estipulados con los proveedores; un cambio en el régimen matrimonial y de sociedad conyugal, de manera que la mujer tenga el poder para administrar el patrimonio propio y los haberes que produce la sociedad conyugal; y finalmente impuestos a la renta progresivos. "Que el impuesto a la renta sea por tramos, tal como el impuesto a la renta de las personas. Esta es una medida a estudiar en conjunto con el Gobierno, para tener claridad del impacto en la economía", agrega Mustakis. Para el impulsor de Start-Up Chile y fundador de Cumplo, Nicolás Shea, gran parte de los esfuerzos debiesen estar concentrados en potenciar el programa de emprendimientos estatal. De hecho, cree que se debiese ampliar a 1.000 el número de proyectos que se apoyan al año y que la mitad de ellos sean regionales. Dice también que se hace necesario crear una especialidad de emprendimiento y tecnología para la educación media técnico-profesional y, lo que considera más importante, actualizar la regulación local para que Chile sea el epicentro de la economía colaborativa en América Latina. Para Tina Rosenfeld, directora de empresas e inversionista ángel, es necesario que todos los sectores se involucren más en promover los criterios ESG (siglas en inglés para Medioambiente, Social y Gobierno Corporativo), algo en lo que los consumidores e inversionistas se están fijando cada vez más en el mundo. "Veo la necesidad de mucha innovación en los envases y en los productos mismos, ya que la eliminación de las bolsas plásticas en los supermercados es solamente el inicio. Es necesario que las innovaciones hacia la amabilidad con el medio ambiente sean accesibles para toda las sociedad y que se produzca una transformación como se logró en Alemania en los años 90 con la implementación del punto verde ( gruener punkt )", dice. INVERSIÓN EN I+D
El bajo gasto en innovación y desarrollo, que no supera el 0,4% del PIB, sigue siendo un problema para Chile.
