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Cómo y qué esperan de esta "bocanada de aire fresco":

Cabezas de los jesuitas chilenos desclasifican los tres "momentos" que tendrán con Francisco, el Papa jesuita

domingo, 14 de enero de 2018

M. SOLEDAD VIAL
Reportajes
El Mercurio

En la reunión que sostendrán con el Sumo Pontífice esperan tener un diálogo "con olor a oveja", concepto que Francisco ha instalado en los últimos años. Y le tienen una sorpresa: le entregarán una arpillera -elaborada por voluntarias y hospedadas del Hogar de Cristo- para que forre su Biblia cotidiana y que muestra a "Jesús, al Padre Hurtado, a los pobres y excluidos sentados en la misma mesa tomando mate". M. Soledad Vial



Tendrán dos "momentos" con Francisco. El primero a solas, un "tú a tú" que sostiene con sus hermanos jesuitas en cada país que visita. Y el segundo será para encontrarse con "el mundo del dolor, de los pobres" a los que tanto quiso Alberto Hurtado, uno de los santos preferidos del Papa jesuita.

Será el segundo pontífice en visitar su tumba. En 1987 lo hizo Juan Pablo II, cuando no existían la capilla de las Bienaventuranzas ni el museo que hoy forman un santuario grande, con jardines, contiguo al Hogar de Cristo, en avenida General Velásquez. Esta visita tendrá un simbolismo distinto: en el silencio de la tumba se encontrarán los 124 miembros que la Compañía de Jesús tiene en Chile; incluso los más ancianos, como los hermanos José y Carlos Aldunate, de 100 y 101 años. Y no habrá demasiado guión, cuenta el provincial Cristián Del Campo, quien dará una breve bienvenida a Bergoglio para introducir un diálogo abierto, con preguntas y una foto final de todos.

A la salida tendrán el "segundo momento". "Encuentro con Cristo pobre" lo han llamado, y reunirá a 400 rostros de pobreza de muchas fundaciones, mientras como anfitriones, 30 hospedados del Hogar de Cristo se sentarán en torno a una mesa para conversar con el Papa y tomar mate, sopaipillas, té. "Aquí se encuentran el Padre Hurtado y Francisco", explica el capellán Pablo Walker, "que comparten una forma particular de solidaridad, no como una relación asimétrica, asistencialista, sino igualitaria y de reverencia" al pobre.

Quieren un diálogo "con olor a oveja", usando una figura tan de Francisco y que los jesuitas pusieron a los conversatorios que organizaron con comunidades en todo el país. Entre los regalos que le darán hay uno particularmente especial, preparado por voluntarias y hospedadas del Hogar de Cristo. Se trata de una arpillera para que forre su Biblia cotidiana y que muestra a "Jesús, al Padre Hurtado, a los pobres y excluidos sentados en la misma mesa tomando mate".

Un tercer momento, de los más íntimos en la visita papal y que también involucra a los jesuitas, se dará en el Centro Penitenciario Femenino. "Será el más lindo de todos", adelanta Luis Roblero como capellán de Gendarmería.

"Un compañero jesuita que se nos adelanta, nos pone la vara alta"

Al santuario, el Papa llegará desde la catedral en una caravana liderada por la emblemática camioneta verde del Padre Hurtado. Todo se podrá seguir en directo por pantallas gigantes instaladas junto al escenario, donde conocidos cantantes animarán a la multitud que se congregue. Entre ellos, Gloria Simonetti, la madre del provincial, entonará su famoso "Gracias a la Vida". También será televisado lo que ocurra en el interior, excepto su reunión con sus hermanos jesuitas, que siempre es privada, aunque después se publica la transcripción completa.

Los jesuitas chilenos se han preparado para esa conversación, "precalentado motores", dice el provincial. Desde un seminario en la U. Alberto Hurtado, donde trajeron al sobrino, también jesuita, y al teólogo del Papa, padre Scanoli, hasta editaron un número especial de su revista Mensaje y también organizaron encuentros en colegios con charlas de Fernando Montes, Tony Mifsud, Jorge Costadoat.

Walker: "Ha sido una experiencia espiritualmente honda, por la realidad país que tenemos, desconfiada, trizada, con tantas deudas sociales, con tanta sospecha respecto a lo que significa esta visita y la oportunidad. En Francisco vemos un Papa, un compañero jesuita que se nos adelanta, nos pone la vara alta en términos de conversión pastoral, cuestionando nuestros estilos de vida, pero también el clericalismo, el paternalismo, el apego al poder, al dinero".

Roblero: "El pensamiento del Papa nos plantea modos de estar en el mundo que también nos cuestionan a nosotros como jesuitas, cómo miramos asimétricamente nuestro mundo, cómo hacemos en nuestras mismas prédicas una invitación pastoral más que imponer un modo de vida. Volver a reconocer realidades como la que Pablo (Walker) puso hace un tiempo con la narcocultura, la violencia. Hemos ganado mucho en libertad, en volver a mirar esos espacios de exclusión no solamente entendiéndolos como los pobres excluidos, sino que como personas que hoy en Chile tienen sus derechos, su dignidad, totalmente menoscabados".

"Necesitamos una bocanada de aire fresco, y, paradójicamente, ha venido desde el centro"

-Como Compañía de Jesús, ¿en qué momento los encuentra a ustedes esta visita del Papa?

Del Campo: "Nosotros hemos sufrido la crisis que vive la Iglesia en Chile, porque somos absolutamente parte de la Iglesia. Hemos sido críticos de decisiones, pero nosotros tenemos tejado de vidrio también; hemos sufrido descrédito, baja y partida de vocaciones, denuncias de abusos sexuales, no haber reaccionado de la mejor manera. Por eso necesitamos una bocanada de aire fresco, y, paradójicamente, ha venido desde el centro, desde el Papa Francisco con su palabra renovadora que nos exige muchísimo más.

"Quizás por eso tenemos tanta expectativa, porque el gran desafío es qué vamos a hacer después. En tres días no va a hacer ningún milagro, nos va a dar un empujón, y la pregunta es si vamos a ser capaces de agarrar vuelo para pedalear, o será un gran fuego artificial que desaparezca y volvamos a lo mismo".

-Francisco es un jesuita de 81 años, formado en otras experiencias. ¿En qué los interpreta a ustedes lo que dice y dónde no?

Roblero: "El Papa ha puesto en el espacio público temas que hoy podemos discutir, conversar, en los que uno encuentra mucha comunión. Permiso para hablar de clericalismo en una iglesia tremendamente clericalista, del rol de la mujer, de las 'periferias' que son muy propias de la doctrina social de la Iglesia y, para qué decir, de la Compañía de Jesús. Quiere a los curas con el pueblo, con la gente; no nos quiere en la sacristía".

-¿Cuál sería el "empujón" que esperan ustedes que les deje el Papa?

Del Campo: "Todos los jesuitas de Chile nos juntamos todos los febreros en un encuentro de provincia; este año el tema será recepcionar el mensaje del Papa, discutir entre nosotros cómo vamos a ayudar a la Iglesia a aterrizar este mensaje más completamente".

Walker: "Yo esperaría dos focos, a nivel nuestro de jesuita y de iglesia un empujón en una conversión pastoral, que renunciemos a nuestra actitud funcionaria o de carrera eclesiástica que es fuente de escándalo, de distancia con el pueblo de Dios, particularmente con aquel que tenemos más deuda. Y un cuestionamiento muy potente de lo que entendemos por desarrollo en nuestro país, del modelo, porque de ahí nacen las consecuencias del ninguneo de los pueblos originarios, nuestra manera de entender la relación con la naturaleza, con el trabajo para que no sea mercancía. Es literal lo que dice el Papa Francisco, y tenemos que tomar en serio su mensaje". Roblero: "Cuando uno está en la cárcel el domingo, da la comunión y dice el 'cuerpo de Cristo' a personas involucradas en asesinatos, abuso de niños, asesinato por drogas, microtraficantes, se mueven todos los códigos. Hasta hace 10 años uno decía 'los que estén preparados, pasen a comulgar'. Esa es la Iglesia. Somos todos nosotros.

"Hemos sido críticos de decisiones, pero nosotros tenemos tejado de vidrio también; hemos sufrido descrédito, baja y pérdida de vocaciones, denuncias".
CRISTIÁN DEL CAMPO
Provincial Jesuita en Chile

"El pensamiento del Papa nos plantea modos de estar en el mundo que también nos cuestionan a nosotros como jesuitas, cómo hacemos en nuestras prédicas una
invitación pastoral más que imponer un modo de vida".
LUIS ROBLERO
Capellán de Gendarmería

"En Francisco vemos un Papa, un compañero jesuita que se nos adelanta, nos pone la vara alta en términos de conversión pastoral, cuestionando nuestros estilos de vida, pero también el clericalismo, el apego al poder".
PABLO WALKER
Capellán del Hogar de Cristo

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