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Vinos

viernes, 22 de diciembre de 2017


Crónica portada
El Mercurio

Los vinos tintos son los que han vivido mayores revoluciones este año en la escena nacional. Por eso, el columnista Patricio Tapia destaca tres exponentes que se han consolidado o han sabido adaptarse de la mejor manera a los nuevos tiempos.



Ha sido un año muy entretenido en vinos, sobre todo en tintos. Se han consolidado estilos y tendencias, como también cepas y zonas, mientras que clásicos de la escena se renuevan, poniéndose a tono con los nuevos tiempos. Entre todas esas novedades, aquí van tres de los mejores tintos de este 2017, destacados con máxima distinción también en la guía "Descorchados".

Roberto Henríquez
Santa Cruz de Coya País 2017
En plena cordillera de Nahuelbuta, en la ribera sur del río Biobío, Roberto Henríquez viene produciendo algunos de los mejores y más delicados y sutiles tintos hechos de cepa país que se hayan visto en Chile. Con un estilo meticuloso y muy enfocado en su trabajo, la mejor expresión de su cariño por el país es este Santa Cruz de Coya. Definirlo como un jugo de cerezas podría ser certero, pero también habría que agregarle varios descriptores más, porque este no solo es uno de esos tintos para beberlos por litros y apagar la sed en el verano (qué bueno sería que viniera en damajuana), sino que también es un vino de una rica complejidad.

Viñedos de Alcohuaz
Rhu 2013
La familia Flaño y el enólogo Marcelo Retamal (De Martino) tienen este proyecto en las alturas de Alcohuaz, en el valle del Elqui. La base de Rhu es syrah y viene de una viña a 1.750 metros de altura, bajo el intenso sol del norte, en medio de este desierto de montaña. El vino, sin embargo, es refrescante, amplio, levemente herbal. Retamal protege las uvas de ese sol, aunque también aprovecha el frío de la altura para obtener un blend de estilo mediterráneo, pero que abre todo un nuevo camino, no solo para los vinos del norte, sino que también para los vinos de montaña en el país, extrañamente un tema muy poco explotado hasta ahora.

Viñedo Chadwick
Viñedo Chadwick 2015
El enólogo Francisco Baettig ha venido trabajando ya por siete años en este vino, transformando su estilo, dejando que la fruta se exprese, que el lugar se muestre. Y lo ha logrado. Viñedo Chadwick nace de un pequeño viñedo en la zona de Puente Alto, vecino a Don Melchor y Almaviva; es decir, el barrio alto del cabernet sauvignon en Chile, y lo que ha hecho Baettig es mostrar cuán fresca puede ser esa fruta, cuán elegantes y sutiles pueden ser esos sabores. Y aunque se trata de un vino ícono, esa definición ya no corresponde a un tinto hiperconcentrado y supermusculoso. Eso ya es parte del pasado. Los íconos cambian y también lo hace este.

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