El reino de Tantauco Esta frase que es de carácter nacional, general y hasta abstracto, no se debe entender de manera rasante, vulgar y específica. En la otra candidatura eran pocos los preparados, seamos francos; pero seamos más sinceros todavía: acá son demasiados. En principio y según reza el papeleo, que todo lo aguanta, pero entre ese gentío febril hay algo notorio: quieren ser ministros. Excepto, por supuesto, Cecilia Morel y el macizo entorno del Elige Vivir Sano genuino, cero calorías y ninguna azúcar añadida, más necesario que nunca, para extirpar la grasa del Estado, con tantos funcionarios enquistados y pegados, porque son como castores gregarios y fieros. Entiendo, eso sí, que en esta segunda etapa viene recargado: Elige Vivir con Liposucción. Y que la naturaleza humana aguante y el cielo nos perdone. Tampoco nuestro cuarteto de Alejandría: los senadores Francisco Chahuán, Felipe Kast, Manuel José Ossandón y Andrés Allamand. Ellos quieren ser la cifra ganadora del 2021 o el 2025, porque escrito está lo de iniciar un ciclo que no es de cuatro años -tan poquito-, sino al menos de 8 y pensando en 12. El sentido de urgencia es más intenso en Allamand y algo en Ossandón, porque el primero ya ingresó a la edad donde el tiempo pasa cada vez más rápido. El caso es que todos los hermanos y hermanas quieren ser ministros. Algunos desde luego: Andrés Chadwick a Interior, donde se duerme poco, se sueña demasiado y no se descansa nunca. Cecilia Pérez viene volando alto y ya superó la bruma y el túnel de Fantasilandia. Gonzalo Blumel ya no vuelve a la Municipalidad de Futrono, donde nunca lo han echado realmente de menos. Al menos un Monckeberg en el gabinete y por favor que sea uno, pero no los dos. Uno de ellos es capaz y talentoso, el otro más o menos no más. Alberto Espina las quiere todas y es de justicia y razón, porque de la Patrulla Juvenil hasta ahora es un cuarto de siglo en la brega. Y después quién sabe. El único que sabe la verdad es Ricardo Israel, que con una subsecretaría se conforma y se va de fiesta. Es que hay demasiado ministro avant la lettre , es decir, adelantado, anticipado y prepicado. Cuidado. Enrique Paris para Salud, José Ramón Valente en Economía, Rodrigo Vergara para Hacienda, Ramiro Mendoza en Justicia y creo que Louis de Grange es un personaje de la novela "La cartuja de Parma", uno secundario y trágico, porque lo atropellaba un cabriolé en una callejuela. La dupla Roberto Ampuero y Mauricio Rojas quizás se animan con un "Diálogo de Conversos 3". Lo mejor es tenerlos concentrados en algo: columnitas, libros, conferencias. No vaya a ser cosa que piensen en el segundo piso. Alejandra Bravo quiere que le den un lugar en el tablero y además la pongan donde hay piezas. Ella es el PRI y el PRI es ella, además del abogado Eduardo Salas, un perfecto desconocido. Hay mujeres que aguardan detrás de las puertas: Lily Pérez, Andrea Molina y Karla Rubilar. ¿Les suenan Raúl Figueroa y Pablo Allard? Es probable que les suenen más. Algo habrá que hacer con Gustavo Hasbún, porque un cargo y misión concretos impiden que piense por su cuenta. Ahí está el peligro. Y desde luego con José Antonio Kast, que no es que le diga que sí a todo, porque su poder es justo lo contrario: le puede decir que no a lo que quiera.
Con el Presidente Sebastián Piñera no llegamos al Paraíso terrenal, eso es evidente, pero vienen tiempos mejores.