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Antes de la elección describió un resultado positivo y negativo para ambas candidaturas:

Liberty Valance en el país de las maravillas

lunes, 18 de diciembre de 2017


Política
El Mercurio




El reino de Tantauco

Con el Presidente Sebastián Piñera no llegamos al Paraíso terrenal, eso es evidente, pero vienen tiempos mejores.

Esta frase que es de carácter nacional, general y hasta abstracto, no se debe entender de manera rasante, vulgar y específica.

En la otra candidatura eran pocos los preparados, seamos francos; pero seamos más sinceros todavía: acá son demasiados.

En principio y según reza el papeleo, que todo lo aguanta, pero entre ese gentío febril hay algo notorio: quieren ser ministros.

Excepto, por supuesto, Cecilia Morel y el macizo entorno del Elige Vivir Sano genuino, cero calorías y ninguna azúcar añadida, más necesario que nunca, para extirpar la grasa del Estado, con tantos funcionarios enquistados y pegados, porque son como castores gregarios y fieros. Entiendo, eso sí, que en esta segunda etapa viene recargado: Elige Vivir con Liposucción. Y que la naturaleza humana aguante y el cielo nos perdone.

Tampoco nuestro cuarteto de Alejandría: los senadores Francisco Chahuán, Felipe Kast, Manuel José Ossandón y Andrés Allamand.

Ellos quieren ser la cifra ganadora del 2021 o el 2025, porque escrito está lo de iniciar un ciclo que no es de cuatro años -tan poquito-, sino al menos de 8 y pensando en 12.

El sentido de urgencia es más intenso en Allamand y algo en Ossandón, porque el primero ya ingresó a la edad donde el tiempo pasa cada vez más rápido.

El caso es que todos los hermanos y hermanas quieren ser ministros.

Algunos desde luego: Andrés Chadwick a Interior, donde se duerme poco, se sueña demasiado y no se descansa nunca.

Cecilia Pérez viene volando alto y ya superó la bruma y el túnel de Fantasilandia.

Gonzalo Blumel ya no vuelve a la Municipalidad de Futrono, donde nunca lo han echado realmente de menos.

Al menos un Monckeberg en el gabinete y por favor que sea uno, pero no los dos. Uno de ellos es capaz y talentoso, el otro más o menos no más.

Alberto Espina las quiere todas y es de justicia y razón, porque de la Patrulla Juvenil hasta ahora es un cuarto de siglo en la brega. Y después quién sabe.

El único que sabe la verdad es Ricardo Israel, que con una subsecretaría se conforma y se va de fiesta.

Es que hay demasiado ministro avant la lettre , es decir, adelantado, anticipado y prepicado.

Cuidado.

Enrique Paris para Salud, José Ramón Valente en Economía, Rodrigo Vergara para Hacienda, Ramiro Mendoza en Justicia y creo que Louis de Grange es un personaje de la novela "La cartuja de Parma", uno secundario y trágico, porque lo atropellaba un cabriolé en una callejuela.

La dupla Roberto Ampuero y Mauricio Rojas quizás se animan con un "Diálogo de Conversos 3". Lo mejor es tenerlos concentrados en algo: columnitas, libros, conferencias. No vaya a ser cosa que piensen en el segundo piso.

Alejandra Bravo quiere que le den un lugar en el tablero y además la pongan donde hay piezas. Ella es el PRI y el PRI es ella, además del abogado Eduardo Salas, un perfecto desconocido.

Hay mujeres que aguardan detrás de las puertas: Lily Pérez, Andrea Molina y Karla Rubilar.

¿Les suenan Raúl Figueroa y Pablo Allard? Es probable que les suenen más.

Algo habrá que hacer con Gustavo Hasbún, porque un cargo y misión concretos impiden que piense por su cuenta. Ahí está el peligro.

Y desde luego con José Antonio Kast, que no es que le diga que sí a todo, porque su poder es justo lo contrario: le puede decir que no a lo que quiera.

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