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Pedro Montt, presidente del Consejo Nacional de Educación, CNED:

"Venimos de una tradición en la cual los propósitos educativos que se declaran en el currículum son excesivos"

lunes, 18 de diciembre de 2017

Margherita Cordano F.
Educación
El Mercurio

El organismo a cargo de revisar y sugerir cambios a las propuestas curriculares rechazó las presentadas por el Ministerio de Educación para 3° y 4° medio. Según explica su presidente, a pesar de que la interdisciplinariedad está en la filosofía del proyecto, que aboga por la flexibilidad, la cantidad de asignaturas que propone no va en esa dirección.



El Consejo Nacional de Educación (CNED) se ha vuelto un actor crucial en la pauta educativa del último tiempo. Entre las noticias más recientes, destacan la aprobación que el organismo dio a las nuevas bases curriculares de educación parvularia, un respaldo que ocurrió a la par del rechazo a los cambios propuestos por el Ministerio de Educación para 3° y 4° medio.

"Como parte del sistema de aseguramiento de la calidad de la educación, cumplimos la función de ser un balance a las propuestas educativas que pudieran surgir en esta materia a nivel del ejecutivo", explica Pedro Montt, presidente del consejo, que está compuesto por 10 personas y que por ley es autónomo.

Para llegar a un veredicto en cuanto al nuevo currículum de enseñanza media, los consejeros del CNED pidieron a más de 30 evaluadores -que se mantienen anónimos- que revisaran el marco general, las cuestiones más estructurales y específicamente las asignaturas de la propuesta. "Pedimos también opiniones a evaluadores internacionales de reconocido prestigio".

Paradoja

De esta forma, antes de tomar su decisión, cada consejero tuvo como material de lectura la propuesta misma, los comentarios de cada evaluador y un informe de síntesis que desarrolla la Secretaría Técnica. En una primera instancia, el CNED reportó observaciones y entregó sugerencias al Ministerio de Educación respecto de qué cosas necesitaban mejorías o mayor precisión. A pesar de los cambios realizados por el Mineduc, tras la entrega de una nueva propuesta los consejeros consideraron que estos no eran suficientes y por unanimidad rechazaron estas nuevas bases curriculares.

"No hay ningún currículum que quede perfecto, pero la idea es mejorarlo respecto de la versión original", plantea Montt.

Entre las cosas que cuestiona el organismo está la cantidad de asignaturas que engloba la propuesta ministerial. "La interdisciplinariedad está en la filosofía del proyecto propuesto. Y este es un concepto que se liga a la idea de que los estudiantes, cuando estén aprendiendo, conecten saberes desde las distintas visiones y maneras de aprender que tiene el hombre; que unan las disciplinas. Un currículum particionado no es precisamente facilitador de eso", comenta Montt respecto de la decisión de incluir 10 asignaturas como parte del plan común de formación.

La idea de contar con un currículum flexible -el Mineduc ha destacado la idea de que este sirva como una carta de navegación, donde los educadores apuntan a los mismos objetivos, pero escogen en forma autónoma la ruta para alcanzarlos- a Montt le parece correcta, pero advierte que para lograrlo es importante contar con profesores capacitados. "Van a tener que saber interpretar eso que es genérico, tener que traducirlo en actividades de enseñanza, trabajar con los estudiantes para lograrlo. Y no lo van a lograr en una clase, lo van a lograr en varias. Tiene que ser un profesional súper capacitado para alcanzar eso".

La tarea no es fácil. "Venimos de una tradición en la cual los propósitos educativos que se declaran, los objetivos, son excesivos".

"Hay una paradoja incluida en cualquier diseño curricular. Tiene que ser realista, es decir, debe tener una noción clara de cuáles son las capacidades instaladas en el sistema, pero a la vez tiene que ser desafiante. Si se hace un currículum con lo que ya hacen los profesores de las escuelas y los estudiantes... ¿cómo se mejora?, ¿cómo se progresa? En esta ecuación siempre hay algo de desafío para los profesores, es evidente. Porque si no, sigamos haciendo más de lo mismo, para qué hacer un currículum", cuestiona Montt.

Tomarse el tiempo

Escuchar a los profesores durante procesos de cambios educativos es importante, continúa. Lo mismo que tomarse el tiempo para armar una propuesta coherente. "Se requiere de parsimonia, que los profesores ejerciten con las propuestas, aprendan de ellas, las reinventen, las modifiquen, digan qué cosas no funcionan. Y para eso se necesita tiempo. Si el currículum está cambiando como se cambia una camisa, no hay posibilidad de hacer eso. Cuando el currículum cambia muy recurrentemente, pasa que se termina convirtiendo en irrelevante: las declaraciones que se hagan a muchos profesores no les van a importar, porque van a estar pensando 'el ministerio las va a cambiar. Yo hago lo que sé y me despreocupo'".

Respecto de la idea de escuchar más a los profesores, al preguntarle por la consulta pública que el Mineduc hizo durante el proceso de construcción de las nuevas bases curriculares de 3° y 4° medio -ingresando a una página web, alumnos, profesores y la sociedad en general podían realizar sugerencias a través del mismo sitio-, Pedro Montt cree que esta es una práctica correcta a seguir. "Es parte de un diseño institucional que debería ser fortalecido. El ministerio lo ha hecho, pero esto debería ser mucho más institucionalizado de lo que ha sido hasta el momento". Esto para dar más certeza respecto de su utilidad.

"Algunos dirán '¿es de verdad una consulta, o es para ratificar lo que ya tenían pensado? ¿En qué medida fueron reconocidos los planteamientos que hicimos nosotros?'".

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