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Ex CEO de la constructora brasileña:

El tenso clima familiar que espera en casa a Marcelo Odebrecht

lunes, 18 de diciembre de 2017

Sebastian Smith France Presse
Internacional
El Mercurio

A partir de mañana cumplirá prisión domiciliaria en su lujosa mansión.



El magnate Marcelo Odebrecht, implicado en el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil, pasará mañana a prisión domiciliaria, a tiempo para la Navidad, aunque en su familia el clima no está para fiestas. Después de pasar dos años y medio en una cárcel de Curitiba, el empresario, de 49 años, cumplirá el resto de su sentencia de 10 años por corrupción y lavado de dinero en una lujosa mansión de Sao Paulo. Un confort oscurecido por tensiones familiares.

Apodado "el príncipe", Odebrecht dirigió la mayor constructora de América Latina y llegó a ser uno de los hombres más influyentes de Brasil. Su derrumbe se inició el 19 de junio de 2015, cuando, en el marco de la Operación Lava Jato, fue detenido por pagar sobornos a decenas de políticos en Brasil -luego se supo que el procedimiento envolvía tres continentes- para asegurar licitaciones.

Las condiciones de detención de Marcelo Odebrecht en Curitiba no han sido las peores: con derecho a microondas, refrigerador y televisión, las puertas de su celda siempre están abiertas. Allí, según reportes, desarrolló cierto fanatismo por el fitness . Pero, desde luego, la prisión en casa será mucho más amena.

Odebrecht viajará a Sao Paulo con escolta policial en su jet privado. Allí se reencontrará con su esposa, Isabela, y sus tres hijas en una lujosa mansión del barrio Morumbi. Un portavoz del caso Lava Jato confirmó que pasará los próximos dos años y medio recluido en su casa y con tobillera electrónica. Le seguirán otros cinco años de pena, la primera mitad con salidas diurnas autorizadas y los últimos dos años y medio con la obligación de permanecer en su hogar solo los fines de semana.

Comparada con su celda de 12 m {+2} , la nueva prisión será una jaula de oro: ubicada en uno de los barrios privados más ricos de la ciudad, la vivienda tiene una superficie de 3.000 m {+2} y una gigantesca piscina.

Gran parte del conglomerado familiar fue alcanzado por Lava Jato, aunque Marcelo Odebrecht es señalado como el mayor responsable del nivel de corrupción desarrollado por la empresa desde que asumió su comando en 2008. Cuando el cerco de las investigaciones comenzó a cerrarse sobre la compañía, el CEO se resistió inicialmente a un acuerdo de delación premiada. Pero su padre, Emilio, tomó cartas en el asunto y asumió las negociaciones con la Fiscalía, según O Globo. Esto derivó en un acuerdo de confesión en el que 77 ejecutivos de la empresa -incluido Marcelo- revelaron a las autoridades lo que sabían.

La empresa se comprometió a pagar US$ 2.600 millones a los gobiernos de Brasil, EE.UU. y Suiza. A cambio, la firma logró sobrevivir y la justicia redujo de 19 a 10 los años de prisión para Marcelo Odebrecht y concedió un tratamiento especial para su padre.

La confesión, vista como una rendición, causó una grieta en la familia. O Globo asegura que Emilio fue apenas dos veces a visitarlo a prisión, mientras Folha afirma que Marcelo también se distanció de su hermana y su madre. Tres de sus tíos habrían tomado partido por el patriarca Emilio y apenas uno lo habría respaldado a él.

"Había dos grupos en la empresa", confió un miembro de Odebrecht. "El lado de Emilio ganó", aseguró esta fuente.

A raíz del caso, Odebrecht S.A. anunció que a partir de ahora, el cargo de CEO no será ocupado por miembros de la familia, mientras que Emilio, de 72 años, anunció la semana pasada que dejará en abril su puesto de presidente del Consejo de Administración.

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