Corte Suprema, tensionada por elección de su presidente y en proceso de renovación de ocho cargos hasta 2021
domingo, 17 de diciembre de 2017
Reportajes
El Mercurio
Cada dos años, los ministros de la Corte Suprema renuevan a su presidente, un cargo de índole administrativa, pero de alto protagonismo público, al ser la cara del Poder Judicial y el interlocutor de las otras autoridades del país. Esta vez decidieron hacerlo el 22 de diciembre, y no a mediados de mes, como era la tradición. Así, cuando voten, ya sabrán el nombre del próximo Presidente de la República, quien deberá entenderse con el sucesor de Hugo Dolmestch. En el camino han quedado al menos tres candidatos, tanto por edad como por su desinterés por ejercer el cargo, y, luego de los descartes, las preferencias internas se concentran en los nombres de los ministros Haroldo Brito y Guillermo Silva, quienes ocupan la cuarta y quinta antigüedades, con diferencia de meses en su ingreso al alto tribunal. Brito -masón como Dolmestch, de perfil garantista, con buena capacidad de interlocución política y de destacada labor gremial- ha ido ganando terreno como quien tendría más opciones. Sin embargo, varios ministros no estarían dispuestos a darle su voto, y por eso han levantado la opción de Guillermo Silva, un magistrado que vino desde la Corte de Apelaciones de Concepción y cuyo nombre fue propuesto al Senado por la Presidenta Michelle Bachelet en 2008. A Silva lo apoya un grupo de magistrados que expresan reticencias frente a Brito, pues consideran que tendría incompatibilidades para ejercer el cargo por su relación con la fiscal de la Corte, Lya Cabello, nombrada este año en ese cargo. El tema ya llevó a Brito a trasladarse desde la Sala Penal a la Laboral, y además significó anular la vista de seis causas de derechos humanos. Por eso, aunque sigue teniendo la primera opción, la votación del viernes aún muestra visos de incertidumbre. De hecho, hace pocos días, estando en Punta Arenas, Dolmestch se refirió al tema diciendo que "lo que viene tiene algo de misterio, porque la ley solo establece que el presidente de la Corte Suprema se eligiera de entre sus pares; esto de que sea el más antiguo es tradición también que siempre se ha respetado. Aunque se da la posibilidad de que las personas que tienen el derecho sucesivo por la antigüedad puedan no resultar elegidas, y ese misterio aún se mantiene". En el gremio de los jueces, aunque se declaran "prescindentes en el proceso", las expectativas son avanzar en mejorar el diálogo y tener mejor recepción a la idea de avanzar en algunos cambios estructurales, dice el presidente de la Asociación de Magistrados, Álvaro Flores. Y destaca que si bien han venido desarrollando temas con Brito, también con Silva se daría un paso adelante en ese sentido. "Nosotros no perdemos de vista que el poder en el Poder Judicial lo encarna el pleno, no el presidente. Tuvimos una experiencia bastante mala con el ministro Sergio Muñoz, que fue antagonista de los intereses del gremio; mejoramos con el ministro Dolmestch, y queremos seguir mejorando", remarca Flores. Proceso de renovación parte en febrero Pero durante el período del próximo gobierno, la Corte experimentará una renovación aún más significativa, al cumplir ocho de sus 21 integrantes la edad tope de 75 años. En cada caso -y a partir de la quina que elabore el pleno-, el próximo Presidente de la República deberá escoger un nombre para someterlos a la ratificación de los dos tercios del Senado. El ministro Patricio Valdés cumplirá 75 años en febrero, y aunque en teoría su sucesor podría ser nominado por la Presidenta Bachelet, no es claro que alcancen los tiempos del proceso. Milton Juica y Carlos Cerda, dos de las figuras con mayor ascendiente en el mundo judicial, se irían en junio, y más adelante, en 2019, lo harían Héctor Carreño y Dolmestch. En 2020 dejará su cargo Lamberto Cisternas y en 2021, Carlos Kunsemüller y Rosa María Maggi.
