lunes, 11 de diciembre de 2017
María de los Ángeles Pattillo
El Mercurio
Muchas empresas están redefiniendo la forma en que sus colaboradores ejecutan las tareas. Estas nuevas prácticas apuntan a atraer talento y mejorar el clima laboral.
Preferir comunicarse por e-mail o trabajar solo desde el escritorio son costumbres que están pasando de moda en el mundo del trabajo. En la búsqueda por aumentar la productividad y generar ambientes laborales más gratos, cada vez son más las empresas que optan por redefinir la forma en que se relacionan sus colaboradores. "Si los talentos, sobre todo los jóvenes, no sienten que se están desarrollando herramientas o iniciativas que apunten hacia las nuevas tendencias, lo más probable es que renuncien al poco tiempo", advierte Daniel Halpern, profesor UC e investigador del think tank TrenDigital. Así, son siete las prácticas que se están percibiendo con mayor fuerza: reuniones cortas, espacios más colaborativos, flexibilidad en los horarios y lugares de trabajo, plataformas de mensajería, mayor composición variable en el sueldo y la irrupción de app como LinkedIn.
Espacios colaborativos fomentan la creatividad
Las oficinas cerradas han dado espacio a áreas sin paredes, donde los colaboradores trabajan en un lugar común, incluso muchas veces los de mayor jerarquía. "Es una señal. Lo que está declarando la organización es que quiere equipos participativos, pues son recintos donde se integran las personas y pueden intercambiar opiniones", explica Ximena Rodríguez, gerenta de Clientes y socia de SommerGroup.
En Unilever Chile han dado mucho énfasis a las áreas de trabajo colaborativo o coworking , donde, además, no hay puestos asignados, sino que cada persona se puede sentar en un lugar distinto cada día. "Si alguien está siempre en el mismo espacio, se va a relacionar con los mismos, en cambio, al ser libre, le toca interactuar con grupos distintos. Lo que buscamos es fomentar la creatividad y la experimentación", afirma Stephanie de la Mare, gerenta de RR.HH. de la compañía.
Patricio Millar, de Transbank, precisa que los avances en esta materia dependen del giro de la empresa. En su compañía, por ejemplo, pasaron de oficinas totalmente aisladas a unas con separaciones de vidrio que permiten compartir la luz y visibilizar lo que los otros hacen. "Dejar todo el recinto abierto era muy violento para nosotros, pues afecta la concentración y se necesitarían muchas salas de reuniones", indica.
Aunque WhatsApp se ha masificado, el e-mail no va a desaparecer
La plataforma de mensajería WhatsApp ha ido tomando cada vez más protagonismo como herramienta de trabajo, pues permite una rápida respuesta y coordinar por medio de grupos a varias personas. Una versión más sofisticada es Slack, aplicación muy de moda entre las empresas de tecnología. "Este tipo de comunicación está ganando fuerza, pues incorpora más funciones que la mensajería. Por ejemplo, es muy cómodo para hacer seguimiento a los procesos, pues indica cuándo se termina un paso", detalla el académico de la UC Daniel Halpern.
A pesar de su utilidad, en Transbank han optado por no utilizar ninguna de estas plataformas como herramienta oficial. "Se pueden hacer grupos informales, pero nuestro asesor legal nos informó que no tienen el mismo peso que un e-mail . En términos legales, una conversación por correo electrónico no es equivalente a una por WhatsApp", señala Patricio Millar.
Frente a lo anterior, en varias empresas aún se prefiere dejar registro de conversaciones importantes por e-mail . Además, en la búsqueda de trabajo, el correo electrónico entrega cierta formalidad al proceso que es necesaria. Así lo cree Matías Palacios, director ejecutivo de Outplacement de PwC: "Otra ventaja es que el receptor puede leer y si quiere no responder, lo que también es parte de las reglas del juego. Con un WhatsApp la persona se siente obligada a dar un feedback y eso nunca es bueno", precisa.
Sueldo variable reduce riesgo de la empresa
La composición variable de la remuneración se está extendiendo entre distintos cargos y ya no solo está asociada al área comercial, destaca Matías Palacios, de PwC. Para Ximena Rodríguez, de SommerGroup, la proporción ideal es contar con un 70% u 80% de monto fijo: "De esta forma, se comparte más el riesgo y si se llega a la meta, empleador y trabajador ganan. Esto permite mejorar el desempeño y mantener la motivación de la gente".
Lucas Canevaro, de DNA, cree que esta modalidad es posible, ya que hoy se puede identificar el aporte de cada empleado en el resultado de la compañía. "Hace 30 años, premiar a la gente era difícil, pues no se conocía la contribución de cada cual, por lo que la única forma de reconocer a los empleados por los logros era premiar a todos por igual. Hoy, se empodera a las personas para que ellas puedan obtener mejores resultados y aumentar sus ingresos", subraya.
Plataformas digitales para reclutar
LinkedIn, la principal la red social especializada en empleo, ha permitido que los trabajadores expandan sus redes de contacto y, al mismo tiempo, que las organizaciones puedan buscar entre una gran base de datos a aquellos candidatos que más se ajustan con los perfiles requeridos. Por lo anterior, se ha ido agilizando la búsqueda de candidatos y, en este escenario, el currículum en papel perdió peso. "Si hace 10 años recibía 100 de estos documentos, hoy me llegan 10", comenta Millar.
A juicio del gerente de RR.HH. de Transbank, una de las ventajas de LinkedIn es que evita que las personas mientan de forma flagrante, ya que lo escrito es público para todos, incluso empleadores anteriores o compañeros de universidad. Sin embargo, Daniel Halpern, de TrenDigital, advierte que la gente tiende a "inflar" sus competencias: "Hay un arribismo, donde todos tienen habilidades para liderar equipos y trabajar bajo presión. Además, se puede tener el cargo más bajo, pero con la descripción se llega a pensar que el tipo está a cargo de la empresa".
De todas formas, Ximena Rodríguez, de SommerGroup, cree que lo digital aún convive con el formato tradicional, que habitualmente se pide cuando comienza un proceso formal. En ese sentido, Matías Palacios, de PwC, recomienda que el documento en papel no exceda las dos páginas: "Lo que busca es capturar la atención. No es la historia de la vida laboral del candidato y nadie es contratado solo por lo que se dice en unas páginas".
Juegos en la oficina mejoran el desempeño
Sentar a los trabajadores en un aula a recibir una capacitación, como si estuvieran en clases, está en retirada. "Se está incluyendo mucho la lógica del juego en la gestión organizacional. Si alguien quiere hacer un curso, se puede asociar a medallas o puntos que son conocidos por todos, o bien relacionar la entrega de ciertos contenidos a juegos. Por ejemplo, para reforzar los valores de una empresa, se pueden escribir en un cubo Rubik y quien logra completarlo gana un premio", dice Daniel Halpern.
Transbank se declara como una empresa lúdica, destaca Patricio Millar. "Creemos que la gente que lo pasa mal produce menos y al generar instancias de juego, se agrega valor, pues los colaboradores lo disfrutan y eso se nota en su desempeño".
Flexibilidad de horario y lugar mejoran clima
La flexibilidad está ganando terreno como una nueva forma de trabajar, ya sea en términos de horario como del lugar desde donde se realizan las labores. "La tendencia es a medir a la gente por los resultados, no por cumplir jornada o calentar una silla. Ya no se controla dónde están las personas, sino lo que hacen", dice Lucas Canevaro, de DNA.
En Lipigas disponen de flexibilidad horaria y trabajo a distancia para los cargos en los que es posible, en la medida que no se afecte la operación de las plantas. Para Mylene Iribarne, gerenta de Personas de la empresa, ambas políticas han redundado en un mejor clima y productividad. "Se valora mucho el hecho de que se reducen los tiempos de desplazamiento, sobre todo con el home office , que muchas veces se hace cerca de la casa o en la misma", cuenta.
Reuniones cortas y con temas ya conocidos
"Las reuniones largas afectan la productividad, pues en ellas muchas veces no se toman decisiones. Quien estuvo todo el día en reunión, siente que estuvo fuera de su negocio", señala Lucas Canevaro, director general de DNA Human Capital. A su juicio, lo ideal sería que se limitaran a un intervalo corto de tiempo, con un foco y temas ya conocidos, para que cada integrante llegue con propuestas elaboradas.
En Transbank, por ejemplo, están trabajando para que el 90% de sus reuniones dure 30 minutos o menos. "Hicimos una investigación con los asistentes a reuniones que, en promedio, se extendían por una hora y media, y se concluyó que se podían abreviar, pues muchos terminan viendo el celular o haciendo otra cosa", cuenta Patricio Millar, gerente de RR.HH. de la firma. En su caso, las salas se pueden reservar solo por tramos de media hora, y de ser más extensas, se les dice a los colaboradores que exijan saber por qué está fuera del estándar.
Para Daniel Halpern, de Tren Digital, los trabajadores hoy tienen focos de atención muy cortos debido al uso constante de la tecnología. "La gente aguanta entre 30 y 40 minutos de atención sin que se ponga a revisar el teléfono. Está bien pedir que lo dejen a un lado, pero pasado ese lapso debieran dar cinco o diez minutos de descanso para que pueden ver sus mensajes, sino las personas se ponen nerviosas", indica.
