Vladimir Putin planea unirse al club de los mandatarios que gobiernan por más de dos décadas. El Presidente ruso rompió el silencio y confirmó que será candidato en las elecciones de 2018. "Rusia seguirá yendo adelante y nadie la parará nunca", dijo al hacer el anuncio ayer durante un encuentro con obreros de una fábrica en la ciudad de Nijni Novgorod (oeste), retransmitido en directo por televisión. "Probablemente no hay mejor lugar ni mejor momento para hacer este anuncio", añadió, en medio de fuertes aplausos. Pese a que el líder ruso no se había referido a su repostulación, era un secreto a voces en un país sin una oposición fuerte. Los altos niveles de aprobación que tiene el líder ruso -por encima del 80%, según los últimos sondeos del instituto Levada- hacen predecible una victoria por sobre sus contrincantes, los tradicionales candidatos del Partido Comunista y de los nacionalistas del Partido Liberal Demócrata. Recientemente, se sumó la candidatura de la estrella de televisión Ksenia Sobtchak, de 36 años e hija de uno de los padrinos políticos del Presidente, que muchos críticos acusan de ser una marioneta del Kremlin para dar una apariencia de legitimidad. Sobchak niega esas afirmaciones y se ha mostrado sumamente crítica con el Presidente: "¿Acaso alguien dudaba de que se postularía? Putin seguirá dentro de seis años, y mientras su salud se lo permita. No veo cuál es la noticia aquí, todos lo sabemos. Y la única forma de demostrar que estamos aquí es participar en las elecciones", reaccionó. El principal opositor de Putin, Alexei Navalny, también quiere desafiarlo, pero fue impedido de participar por la comisión electoral. "Quiere estar en el poder más de 21 años. En mi opinión, esto es excesivo. Propongo oponerse", escribió en Twitter. "Los candidatos fuertes y carismáticos, como Navalny, o bien son impedidos de participar o, derechamente, asesinados. Solo se les permite competir a quienes pueden aportar al 'libreto' de la campaña, que solo tiene como fin demostrar que Putin es el verdadero Zar", dijo a "El Mercurio" Gustav Gressel, experto del European Council on Foreign Relations. El desafío para Putin, que gobierna desde el 2000, no son los otros candidatos, sino movilizar a un electorado que ha dado muestras de apatía, para que haya una votación masiva. "Él va a ganar, no hay ninguna duda. Las campañas en Rusia son una farsa, las elecciones no son un mecanismo para elegir a un líder, sino una prueba de las capacidades del gobierno para movilizar a la gente", aseguró Gressel. Sin embargo, todo parece indicar que esta tarea será compleja. Un sondeo del instituto de opinión independiente Levada plantea que menos del 60% de los rusos quiere participar en las elecciones. Por el momento, se desconocen cuáles serán las promesas y ejes de la campaña del actual Presidente. Los expertos esperan que esté centrada en el patriotismo y la idea de recuperar la grandeza de Rusia, ambos elementos que están permanentemente presentes en sus discursos. El gobierno ya ha dado señales en ese sentido, al mover la fecha de los comicios al 18 de marzo, coincidiendo con el aniversario de la anexión de Crimea desde Ucrania; un episodio sumamente cuestionado a nivel internacional, pero que se ha convertido en un símbolo de patriotismo en el país. Casi dos décadas En el escenario internacional, Putin, que calificó la desaparición de la Unión Soviética como "la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX", ha logrado en sus 17 años restaurar la influencia de Rusia sobre Europa, Asia Central y Medio Oriente, pero no a nivel global. El líder nacionalista es alabado por muchos de sus ciudadanos por haber devuelto la estabilidad política y económica (ver infografía), gracias a un importante boom petrolero que duró años. Del otro lado, sus detractores le reprochan un claro retroceso en los derechos humanos y las libertades, planteó la AFP. Si Putin obtiene la victoria, gobernaría hasta 2024. Con ello sumaría un total de más de 8 mil días en el poder, aunque sin alcanzar los cerca de 10 mil que gobernó Josef Stalin. En septiembre, el actual Presidente superó al líder soviético Leonid Brezhnev, quien dirigió el país durante 6.601 días. De todas maneras, cuando termine ese nuevo período, Putin deberá dejar el poder, pues la Constitución le impide gobernar por más de dos períodos consecutivos, o encontrar alguna manera de sortear esa prohibición. Algo que ya hizo en el pasado. El político de 65 años gobernó el país entre 2000 y 2008 -cuando los períodos presidenciales eran de cuatro años- y después fue Primer Ministro durante la presidencia de Dmitri Medvedev, cargo bajo el cual, se dice, era el verdadero mandatario. Posteriormente, intercambió roles con Medvedev al volver a ser elegido como jefe de Estado en 2012. Durante su gobierno ha tenido trato con cuatro presidentes estadounidenses, cuatro primeros ministros británicos y dos cancilleres alemanes. ECONOMÍA
Tras años de auge, la economía rusa se estancó en 2014 por la caída del precio del petróleo y las sanciones por la injerencia en Ucrania. Este año se expandiría un 1,8%, según el FMI.