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Financoop empieza a salir del túnel y aparecen dos inversionistas interesados en entrar a la propiedad

domingo, 26 de noviembre de 2017

Nicolás Durante
El Mercurio

Se trata de dos empresarios chilenos por separado, no ligados al negocio bancario o de cooperativas, y conocidos por ingresar a compañías con problemas, sacarlas del hoyo financiero y recuperar la inversión.

La teleserie de Financoop podría estar en sus capítulos finales. Y todo, gracias a dos inversionistas chilenos de alto patrimonio que estarían dispuestos a entrar a la cooperativa para salvarla si es que se inicia un proceso de reorganización judicial.

La firma, donde sus socios más visibles son el ex presidente del Banco del Desarrollo, Vicente Caruz, y la ONG francesa SIDI, entró este año en una espiral de problemas que la tienen intervenida, a punto de reorganizarse o hasta liquidarse y con sus dineros bloqueados. A eso se suma que hay más de 2 mil depositantes que están viviendo un corralito y no pueden sacar sus dineros; como telón de fondo, están los $24 mil millones de depósitos a plazo en el corralito y que no han sido entregados a sus dueños, y una cartera de créditos impagos por cerca de $13 mil millones.

Según comentan altas fuentes informadas de las tratativas con los posibles inversionistas, se trata de dos empresarios chilenos por separado, no vinculados al negocio bancario o de cooperativas, y que son conocidos por ingresar a compañías con problemas, sacarlas del hoyo financiero, recuperar la inversión y salir. Eso sí, las condiciones iniciales serían que puedan ingresar a cogobernar la empresa, teniendo representantes en el directorio y que se haga un reseteo de Financoop, donde cambiar el nombre sería una de las primeras tareas.

Y es que la cruzada de todos los involucrados en el caso es salvar a la empresa, porque a nadie le favorece su quiebra. En el fondo, el negocio de las cooperativas bien llevado es rentable. El Gobierno no quiere asumir el costo político de ser responsabilizado por el corralito de dineros de personas de sectores medios y bajos; ni los actuales socios quieren quedar marcados en el sector financiero. Incluso, otros actores grandes del mercado de las cooperativas comentaron que si cae Financoop, el daño colateral en imagen y confianza de los depositantes podría ser generalizado.

Aunque al principio estaba en una nebulosa, el problema de raíz ya está más claro: clientes que no podían seguir pagando eran registrados como clientes vigentes, y eso sumaba una bicicleta financiera, lo que permitió que entre 2006 y este año la Cooperativa funcionara y siguiera captando más y más socios-clientes, y a los atrasados los vinculaba con una línea de crédito con y sin vencimiento, con lo que se mantenían como créditos hábiles. Eso llevó a que el patrimonio de la firma cayera del 50% exigido y el Ministerio de Economía decidiera intervenir en agosto de este año. Cercanos a la causa señalan que es imposible no acordarse de las repactaciones ilegales de La Polar y los semáforos de clientes para evitar dar por perdido un crédito.

Las distintas fórmulas de salvataje

Para salvarla, los diversos involucrados en el caso están tratando de volver al inicio de la disputa con Economía. Entre abril y agosto de este año, el presidente de Financoop, Daniel Albarrán, y otros integrantes de la firma, tras reconocer que había problemas financieros pero sin dimensionarlos con claridad, propusieron una recapitalización de la compañía por un monto de $1.200 millones. Y además, llevarse toda la "deuda basura" a una fundación denominada Fundación para la Acción Cooperativa, la que más tarde revendería dicha cartera a un fondo o empresa que se dedicara a comprar deudas imposibles y perseguir su pago. Sin embargo, algunos contrarios al grupo que controla Financoop se han convencido de que no existe ni el dinero ni la fundación de la que tanto hablaron.

Y por eso todo se ha trasladado a tribunales, donde han aparecido diversas propuestas para revertir la situación.

Los números cuadran, dice el abogado de un grupo de depositantes y que es parte en las causas civiles, Tomás Fabres. Mensualmente, la cooperativa genera ingresos por cobro de créditos por $1.200 millones, mientras que su costo de operación fijo roza los $400 millones. Es decir, hay $800 millones que perfectamente podrían ir a pagar a los depositantes.

Y esa es una de las disputas que se viven en el 23 {+e} {+r} Juzgado Civil de Santiago para levantar parcialmente el corralito.

La primera propuesta que hizo el Interventor de Financoop, Carlos Parada, el pasado 30 de octubre disponía pagar un máximo de $250 millones a un grupo de depositantes, pero con el tope del 60% de su depósito y con un límite de $2 millones (sobre esa cifra se aplica el 60% de $2 millones), renovando el resto de los depósitos con una tasa de 0,25% mensual por 90 días. Esa propuesta tuvo una fuerte oposición de Fabres por considerar arbitrario el discriminar por esos montos.

El equipo de abogados formado por Fabres, Pablo Millán y Paula Bugueño colocó una propuesta alternativa sobre la mesa el 6 de noviembre: repartir $3 mil millones de una caja que asciende actualmente a $5.400 millones, a la cual se van sumando los $1.200 millones que recolectan mensualmente por pago de créditos vigentes. "Si se iba a repartir, debía ser proporcional y sin privilegios", afirma Tomás Fabres, que también fue representante de clientes de La Polar en medio de su crisis.

Fue nuevamente el interventor Carlos Parada quien presentó una tercera propuesta el lunes de esta semana. Esta consiste en pagar a todos los depositantes hasta $1.510 millones de los recursos disponibles en caja, pero con un tope de 10% de los depósitos de cada uno, con un mínimo de $300 mil y un tope de $1.000.000, y el restante 90% invertirlo en depósitos a plazo a 90 días con una tasa de 0,25%. "Es una forma de hacer viable la empresa para que pueda volver a captar créditos", afirma Parada.

Y claro, porque la propuesta incluye que Financoop pueda reactivar su negocio y volver a colocar créditos. "El objetivo es la mantención de crédito y servicios destinados a contratos con convenios, en los cuales Financoop genera un rol social activo en sectores que no tienen acceso a financiamiento tradicional", se lee en la propuesta presentada esta semana, y ante la cual el tribunal aún no decide si la acoge o no.

Socios deberían aportar $1.500 millones

Sin embargo, es la última propuesta de conciliación presentada por los depositantes representados por Fabres la que más seduce tanto a los socios principales de Financoop como al Ministerio de Economía. La propuesta consiste en que primero se decrete la reorganización de la compañía, juicio que se encuentra pendiente en el 30° Juzgado Civil de Santiago, para que luego se celebre una junta de socios donde se sincere la situación financiera de la empresa, y que sea esa junta la que decida si Financoop se disuelve o si se aumenta el capital.

Y es en el aumento de capital donde aparecen los nuevos inversionistas que, preliminarmente, se han mostrado disponibles a poner recursos, eso sí, bajo ciertas condiciones. Asimismo, los actuales depositantes, cuyas acreencias alcanzan unos $45 mil millones, estarían dispuestos a capitalizar una parte de sus depósitos en la misma empresa, con tal de alcanzar el patrimonio mínimo para seguir operando.

De esta forma, los principales socios de Financoop -Vicente Caruz y su círculo, y la francesa SIDI- deberían aportar unos $1.500 millones, monto similar a lo que habían ofrecido al Ministerio de Economía para salvar la empresa al inicio del problema; el o los nuevos socios capitalistas aportarían en torno a $1.500 millones, y los depositantes capitalizarían unos $3.500 millones de sus depósitos. Con ese aumento de capital, podrían revertir el patrimonio negativo y volver a ser una cooperativa viable y en condiciones de proponer un acuerdo de reorganización aceptable para los acreedores por el saldo no capitalizado.

Puertas abiertas a nuevos socios

Claro que, para que todo lo anterior ocurra, la firma debe reorganizarse judicialmente, y esta semana se jugaba esa opción en la Corte de Apelaciones.

Luego que en octubre el 30° Juzgado Civil de Santiago determinara que no era procedente reorganizarla por no tener los antecedentes suficientes que acreditaran su insolvencia, Financoop presentó un recurso de queja ante el Tribunal de Alzada capitalino. Este jueves fueron los alegatos, y el Consejo de Defensa del Estado, que defiende a Economía, recusó a una de sus integrantes, por lo que la causa se verá la próxima semana, pero todo apunta a que se aprobará la reorganización.

El optimismo en Financoop es total. "Estoy muy optimista, veo que hay una muy buena disponibilidad de todos los involucrados para que esto vuelva a funcionar", dice Rodrigo Zegers, abogado del estudio Rivadeneira Colombara Zegers, y que representa a la cooperativa. "No veo la intención de nadie de que esto se liquide. Y evidentemente, una de las principales formas de salvarla es que haya un aumento de capital, y para eso las puertas están abiertas para que entren nuevos socios", apuntó.

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