Muere "Totò" Riina, el sanguinario padrino de la mafia siciliana
sábado, 18 de noviembre de 2017
Internacional
El Mercurio
El capo de la Cosa Nostra estaba preso desde 1993, luego de que matara a jueces italianos en una guerra contra el Estado.
Capo de capos, apodado "La Bestia" por su extrema crueldad, Salvatore "Totò" Riina murió ayer a los 87 años, mientras cumplía su condena a 26 cadenas perpetuas. Fue responsable de la ejecución de 150 personas -40 de ellas las llevó a cabo con sus propias manos- y de haber ideado una sangrienta estrategia para asesinar a jueces italianos y agentes legales que intentaban acabar con la Cosa Nostra, la más importante de las mafias italianas. El padrino de la mafia siciliana hizo reinar el terror durante los años 80 y 90 en esa región de Italia, como el cerebro de emblemáticos asesinatos, entre otros, los de los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino. Mató a todos sus rivales, a mujeres y a niños. Fiel reflejo de su brutalidad fue la orden que dio a su hijo, cuando tenía 17 años, de estrangular a un empresario secuestrado. Fue el hito que marcó la entrada del joven a la Cosa Nostra. "Totò" Riina murió a las 03:37 de la madrugada de ayer en el hospital para presos en Parma (norte de Italia), de causas que se desconocen, aunque se sabía que sufría cáncer de riñón y de enfermedades al corazón y los pulmones. En julio, los tribunales rechazaron una solicitud de puesta en libertad por motivos de salud. Pero luego de haber pasado sus últimos cinco días en coma y de haber sido operado en dos ocasiones, el jueves, para su cumpleaños, el Ministerio de Justicia permitió que su mujer y tres de sus cuatro hijos lo visitaran. El mayor de ellos cumple cadena perpetua por cuatro asesinatos. Está previsto que hoy se le practique una autopsia al cuerpo del capo, mientras se desconoce la fecha de su funeral. De todas formas, este será celebrado en la mayor discreción, ya que la Conferencia Episcopal italiana se niega a realizar una ceremonia pública. "A lo sumo, una oración privada en el cementerio", adelantó la diócesis de Monreale, de la que depende Corleone, ciudad natal de Riina. Lo mismo ocurrió en julio de 2016 tras la muerte de otro capo de la mafia siciliana nacido en Corleone: Bernardo Provenzano. Riina, también apodado "U Cortu" o "Shorty", por su estatura de 1,58 m, enfrentó la muerte desde niño. Hijo de una familia humilde de campesinos, perdió a su padre y a su hermano a los 13 años, cuando intentaban extraer la pólvora de una bomba de la Segunda Guerra Mundial. A la cabeza de la "familia corleonesa", y a cargo del tráfico de droga, los secuestros y el chantaje en la Cosa Nostra, en los años 80 asentó la autoridad de su clan, desatando una guerra contra las otras grandes "familias" de Palermo, que dejó cientos de muertos. El conflicto terminó con la victoria de Riina, que en 1982 se convirtió en jefe de la "Cúpula" (el poder ejecutivo de la mafia siciliana) y declaró una guerra contra el Estado. Fue entonces que "Totò" ordenó los asesinatos del general Carlo Alberto Dalla Chiesa -destinado a Sicilia para combatir la mafia-, su mujer y su guardaespaldas, en 1982, y más tarde los de los jueces Falcone (1992) y Borsellino (1992), quienes dedicaron sus últimos años de vida a juzgar a 300 mafiosos. Era considerado, además, el cerebro de los atentados que en 1993 sembraron el terror en Roma, Milán y Florencia, matando a al menos 10 personas. A la espera de una negociación con el Estado, Riina escribió el "Papello", las 12 condiciones para dejar de matar. Entre ellas, la eliminación de los impuestos a la gasolina en Sicilia. Pero lejos de poder negociar, después de 24 años fugitivo, en enero de 1993 el capo fue capturado en el centro de Palermo en un auto que estaba detenido en un semáforo. Iba desarmado y llevaba documentación falsa. Cuando lo pararon, intentó huir con la famosa frase: "Se equivocan de hombre", recuerda El País. Fue encarcelado bajo un régimen de estricta seguridad para los capos, que los mantiene en módulos aislados de las prisiones. Décadas después de su arresto seguía siendo juzgado por diversas causas, como un ataque con tren bomba en 1984, que dejó 16 muertos. Particularmente cruel "A pesar de que estaba en la cárcel, Riina seguía siendo alguien importante para la mafia, y si ordenaba algo factible, se realizaba", contó a la prensa Gaspare Mutolo, un desertor de la mafia siciliana, que estranguló con sus manos a al menos 20 personas y que desde 1991 colabora con la justicia, aunque siempre aparece con un pasamontañas. "Era carismático, era apreciado por las mujeres, con las que era especialmente cortés, y siempre pedía brindar por todos los niños del mundo", recordó de "La Bestia", a quien consideraba un hombre "inteligente y particularmente cruel". "Cuando quería matar a un amigo, primero lo invitaba a cenar, le ofrecía de beber y luego lo estrangulaba". "Yo no me arrepiento, a mí no me someterán", confesó el capo hace unos meses a su mujer, Antonietta Bagarella, durante una conversación en la cárcel que fue registrada. Sus últimos años los vivió obsesionado con el sueño de morir en su Corleone natal. Pero con él no muere la Cosa Nostra. Por el contrario, se cree que se podría abrir una guerra por la sucesión. Matteo Messina Denaro (55) es actualmente el fugitivo de más alto rango de la mafia siciliana, prófugo desde 1993, aunque no está claro hasta dónde llega su autoridad en la organización criminal.
