No corren buenos tiempos para los separatistas catalanes. Mientras los partidos independentistas se pelean por las listas para las elecciones del 21 de diciembre, el ex presidente regional Artur Mas, condenado por usar dinero público en una consulta soberanista ilegal en 2014, está a un paso de la cárcel, porque no juntó los 5,2 millones de euros de fianza. El Tribunal de Cuentas debe decidir si le otorga una prórroga que pidió. Las malas noticias también llegaron al ex jefe de los Mossos d'Esquadra (policía catalana) Josep Lluís Trapero, quien fue confinado a un puesto administrativo. Trapero es investigado por un delito de sedición, por su presunta implicación en las actividades del referéndum del 1 de octubre.