Una obra de taller
viernes, 17 de noviembre de 2017
Luis Vargas Saavedra
Cultura
El Mercurio
Sin haber visto la realidad del cuadro, solo basándome en un video y en varias buenas reproducciones, creo que este Salvator Mundi es obra de taller, con solo un escaso porcentaje de mano de Leonardo, el resto es obra de ayudantes. Leonardo tenía una verdadera fábrica de cuadros religiosos de pequeño tamaño. Proveía probablemente un dibujo o cartone preliminar que era trasladado por estarcido al panel (no usaban tela) y después era pintado por algún discípulo. Leonardo daría retoques, correcciones, mejoras. Este cuadro estaba terriblemente arruinado -he visto fotografías en blanco y negro que lo muestran rayado y retocado ineptamente- y en tan mal estado, que fue vendido por una nonada. La reciente restauración quizás estropeó los ojos que han quedado indefinidos, casi borrosos, en una vaguedad que nada tiene que ver con otros ojos pintados por Leonardo. La cabellera carece del brío de los típicos rizos pintados o dibujados por Leonardo, que poseen espirales y vórtices gráciles, dinámicos. Los pliegues de la túnica, los del lado derecho del cuadro, son de... amateur , en tanto que los del lado izquierdo remedan mal el dibujo preliminar conservado en Windsor, en el que los pliegues están doblados sinuosamente (Imagen 1). Además, esos estudios muestran que el Salvator Mundi tendría una mano alzada, al parecer, más en alto que la del cuadro (Imagen 2). La mano que bendice es lo mejor del cuadro y allí veo obra de Leonardo, sobre todo por el pentimento o "arrepentimiento" del dedo pulgar, que fue corregido colocándolo más allegado a la mano. El sfumato y la luminosidad de esa mano sí que es magistral. La otra mano sostiene una esfera de cristal que debiera reflejar algo invertido. ¿Habría Leonardo cometido tal error de óptica, él, que dominaba reflejos, luces y sombras? En suma, esta obra tiene visos de Leonardo, pero no es cien por ciento suya, y debiera haber sido catalogada como obra de taller.
