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El desafío de una Patagonia sustentable

sábado, 28 de octubre de 2017

Guillermo Tupper
Vidactual
El Mercurio

Villa Cerro Castillo fue escenario de "Futurismo Aysén", el primer festival de turismo responsable en Chile. ¿Cómo se pueden generar beneficios socioeconómicos para la región sin dañar su entorno? Distintos actores responden.



Hace diez años, Felidor Sandoval decidió reinventarse como empresario turístico. En una parcela de Villa Cerro Castillo, una localidad de medio millar de habitantes ubicada al sur de Coyhaique, este agricultor instaló "Turismo al galope", una empresa que ofrece hospedaje, gastronomía típica y cabalgatas al imponente cerro de 2.318 metros que le da el nombre al pueblo. "Empezamos con un camping , que solo tenía una ducha artesanal", dice. "Hasta que un turista me dijo: 'Usted tiene que cobrarnos, porque le dejamos basura y le destruimos el suelo'. Y empezamos a hacerlo y a preocuparnos de los detalles".

En sus inicios, Sandoval hacía excursiones con dos caballos y vendía asados al palo en un fogón sin techo. Hoy se emociona al hablar de su complejo turístico que incluye domos para 8 personas, cabañas y 30 caballos equipados. Como anécdota, cuenta que un turista italiano quedó tan feliz con la experiencia que, tiempo después, lo invitó a conocer Roma. "Somos patagones, criados y nacidos aquí, por lo que tenemos que mostrar nuestra identidad", dice. "Ninguna excursión no se hace: llueve, truene o nieve, la hacemos igual".

En río León, a treinta kilómetros de Puerto Río Tranquilo, Anita Romero integra la Corporación Chelenko, instancia que vela por el desarrollo del turismo sustentable en la cuenca del lago General Carrera. Cuando era niña, su familia partió con un camping en el sector y, tras finalizar sus estudios secundarios, ella recorrió Sudamérica por tres años y medio, en los que trabajó y sacó ideas para ejecutarlas en Aysén. "A veces uno cree que las oportunidades están afuera y la noticia es que no. Las oportunidades están en nuestra región", dice.

El año pasado, Romero creó Ruta León, una empresa pionera en turismo educativo, ecológico y sustentable de Aysén. Para impregnar al visitante de la cultura patagona, ofrece un tour al glaciar Exploradores y el "Full Day Chelenko", una ruta que incluye comidas típicas, visitas al río Baker y Puerto Bertrand y una parada por las artesanías de Puerto Guadal. "Si nosotros no nos empoderamos del sector, va a venir gente que no tiene tanta conciencia cultural a verlo como un tema netamente económico", señala. "Si no tiene el tema de la sustentabilidad, de incluir a la comunidad y a los actores locales, para mí, no tiene sentido".

De Reserva a Parque

La semana pasada, Romero y Sandoval fueron dos de los expositores de "Futurismo Aysén", un festival internacional de turismo para el desarrollo de Villa Cerro Castillo y Aysén, organizado por Evoluzion, una empresa social de turismo que busca generar cambios sociales y medioambientales en las comunidades locales, y apoyado por Corfo y Sernatur. Durante tres días, el evento aunó charlas, talleres y distintas miradas sobre experiencias de turismo sustentable locales y extranjeras. "Somos unos fieles convencidos de que el turismo es la actividad productiva del futuro", dice Javiera Ide, directora del programa. "Cuando se realiza con conciencia y voluntad política, puede ser un motor de cambio importante e impactar en los territorios en diferentes términos, como la igualdad social, de género y las economías locales".

Además de tener un bajo impacto en el medio ambiente, el turismo sustentable busca la participación de las comunidades de la zona y generar beneficios socioeconómicos para las mismas. En su primera edición, el festival convocó a referentes como Luz María Oyarzo, presidenta y guía de Agrupación Ecoturismo Puñihuil, una localidad ubicada a 28 kilómetros de Ancud y conocida por sus islotes, donde llegan pingüinos magallánicos y de Humboldt. El 2012, fue elegido como el destino más sustentable del país por su ecoturismo marino de base comunitaria. "Nuestros objetivos principales son la conservación de los recursos, mejorar las condiciones económicas de quienes vivimos en el sector y ser un destino reconocido a nivel mundial", señala.

La elección del lugar no fue al azar: a principios de este mes, Cerro Castillo fue recategorizado de Reserva a Parque Nacional, con lo que ascendió a un rango mayor de protección y conservación. Hoy forma parte de la Red de Parques Nacionales de la Patagonia, una hoja de ruta trazada por el gobierno de Michelle Bachelet que conectará desde el Parque Nacional Alerce Andino, en Los Lagos, hasta el Parque Nacional Cabo de Hornos, en Magallanes. "Cerro Castillo siempre tuvo un tratamiento de parque, nunca se permitió una explotación extractiva de sus recursos", dice Susana Figueroa, seremi del Medio Ambiente de Aysén. "Ahora lo que se hace es darle el nombre y ser coherente con lo que siempre fue: un Parque Nacional amplio, con diferentes especies, y que tiene distribución de ecosistemas estepáricos y bosques siempre verdes".

Según Figueroa, una de las principales razones para tener esta continuidad ecológica es su potencial turístico. En los últimos diez años, y de acuerdo a las cifras entregadas por el Gobierno, los visitantes de Aysén aumentaron en un 200% mientras que, en Magallanes, esa cifra alcanzó un 100%. Además, en las últimas tres temporadas, Chile fue elegido como el mejor destino del mundo en turismo aventura, según los World Travel Awards, algo así como los Oscar del turismo. "Eso responde a actividades que se desarrollaban en la Patagonia muchísimo antes de esta Red de Parques", señala. "Hay una pertinencia cultural del territorio que es muy importante mantener, reforzar y validar comunitariamente".

El caso Torres del Paine

Nibaldo Calderón es uno de los pioneros del turismo en Aysén. En paralelo a su labor como auxiliar de escuela en Villa Cerro Castillo, se especializó como guía en distintos sitios arqueológicos de la región. Hace un año, junto con su hijo Guillermo, abrió "Don Niba", un restorán de comida casera, en pleno corazón de la villa, que se suma a sus cabañas del mismo nombre. "Conocí este pueblo cuando no era nada, era una pampa, y no había camino", dice. "Cuando empezamos, llegaban muy pocos clientes. Pero hoy hay un fuerte flujo de turistas y se comenta que Cerro Castillo puede ser las segundas Torres del Paine. Estas últimas son un hormiguero de gente y al turista extranjero le gusta caminar solo".

Con su nueva jerarquía, algunos expertos advierten los peligros de que Cerro Castillo siga el ejemplo de Torres del Paine. En este último caso, si bien solo el 10% del parque es de acceso abierto para viajantes, el turismo genera "mucho impacto" en la zona. "A pesar de que Puerto Natales se levanta como sustentable, ha tenido serios problemas con la contaminación, derrames de petróleo por las navegaciones y mucha basura que queda en los parques, aparte de la erosión de los senderos", dice Francisco González, guía de turismo en Natales y representante y miembro activo de Kawéskar, la comunidad indígena más antigua de Magallanes.

Los desafíos de Cerro Castillo van desde mejorar su infraestructura hasta lograr una mayor asociatividad entre los pequeños empresarios turísticos del sector. "Falta mejorar en temas de hospedaje, alimentación y de educación y conciencia turística. El turismo es un arma de doble filo: así como nos puede beneficiar mucho, nos puede echar abajo", dice Anita Romero. "La ventaja de Aysén es que, todavía, podemos hacer las cosas bien. Aquí todavía podemos trabajar junto con Conaf, cuidar nuestros parques y trabajar con la comunidad. A diferencia de otros lugares, aún tenemos el tiempo a nuestro favor".

Nuevo parque
Cerro Castillo ahora forma parte de la Red de Parques Nacionales de la Patagonia, una hoja de ruta que conectará desde el Parque Alerce Andino, en Los Lagos, hasta el Parque Cabo de Hornos, en Magallanes.

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