Juan Andrés Menadier tenía 11 años cuando emigró a EE.UU. Con una familia ligada al tema aeronáutico -la Escuela de Especialidades de la FACh lleva el nombre de uno de sus antepasados-, a los 13 y mientras otros niños jugaban a la pelota, él iba al aeropuerto a ganarse unos dólares lavando aviones. A los 18 obtuvo su licencia de mecánico aéreo, a los 26 comenzó a estudiar negocios y a los 32 ya tenía su MBA en la U. de Miami y otros dos magísteres en Economía y Finanzas. Comenzó a trabajar en un taller en Florida, del que llegó a ser el tercero al mando. Sin embargo, este se vendió a Air France en 2008. "En ese momento me creí con la experiencia para comenzar algo por mí mismo. Entonces, inicié mi empresa con US$ 30 mil prestados y en un local de 100 m {+2} . Ocho años después, Aerospace Resource Group (ARG) vale sobre los US$ 40 millones, tiene 18 mil m {+2} en instalaciones y una facturación anual de US$ 25 millones en EE.UU.", dice con orgullo. Ahora, con 39 años y después de participar en Fidae 2016, decidió expandirse a Chile, lo que hizo hace año y medio cuando se instaló en Pudahuel con una filial de la firma de reparación de componentes para aviones civiles y militares. "Nuestro foco es 100% reparación de componentes, accesorios, interiores y estructura. Es decir, cubrimos el avión de punta a punta", agrega. Su apuesta por su país natal forma parte de sus planes de ampliación de su empresa que pretende facturar en el corto plazo US$ 100 millones anuales y expandirse a Perú, Argentina y al resto de la región. "Descubrí que el mercado aeronáutico local está muy descuidado. Acá se compra todo por catálogo y con representación. Están acostumbrados a esperar cuatro meses por repuestos y se asumen muchos riesgos. Hay casi cero soporte ante cualquier emergencia", dice. ARG, agrega, viene precisamente a cubrir ese déficit, ya que gracias a tener certificados de la Federal Aviation Administration (FAA) de EE.UU. y de la European Aviation Safety Agency (EASA) -y luego tendrá los de Airbus y Boeing-, puede disponer de un enorme inventario dentro del país, reduciendo costos, impuestos y traslados en hasta 30% respecto del sistema tradicional, y los tiempos de entrega de máximos de 90 días a no más de 20. Pero ¿no habría sido mejor desembarcar en mercados más grandes como Perú o Argentina? "Chile no es un mercado chico. Latam tiene ahora 190 aviones, Sky, LAW, JetSmart están creciendo rápidamente y si yo soy el único que invierte en esta área, entonces, negocio redondo". De hecho, ya opera con varios de ellos y factura US$ 300 mil al mes, y estima que llegará a US$ 1 millón. Menadier recalca que la mayor dificultad ha sido el choque con la "cultura" de negocios local: "La instalación ha sido dolorosa, lenta y burocrática. He aprendido que para todo necesitas un notario y que en temas judiciales este no sirve... Pero ha valido la pena este esfuerzo".