Ni productos falsos ni robados
sábado, 21 de octubre de 2017
Línea Directa Comunidad
El Mercurio
Para no caer en una trampa, es conveniente comprar en el comercio formal y exigir la boleta. En ambos casos se corren riesgos que es bueno conocer.
Si cuando va de compras le ofrecen un producto notablemente más barato que su valor normal; si la princesa Disney o el superhéroe tienen pintado un ojo más arriba que el otro; si la prenda deportiva de una famosa marca viene con hilachas o si el embalaje es precario y el producto se sale, mejor dudar de que se trate de un artículo original. Esta semana, el Servicio Nacional de Aduanas incautó en el puerto de Iquique un contenedor cargado con 8.038 pares de zapatillas falsificadas de las marcas Nike, Adidas y New Balance, que llegaron en un barco proveniente de China. El valor total de la mercadería decomisada alcanzó los $253 millones, según informó la autoridad. No es la primera vez que se detecta este tipo de ilícitos y muchos productos falsos logran ingresar al mercado, pues en ocasiones son tan parecidos a los originales que sus vendedores logran convencer a los compradores de que son auténticos. Detalles El mercado infantil es donde más riesgos se corren y por eso tanto el Sernac como la PDI constantemente advierten sobre la importancia de estar atentos. Como aconseja el subprefecto jefe de la Brigada de Investigación de Delitos de Propiedad Intelectual de la PDI, Cristián Lobos, además de fijarse en los detalles antes mencionados, el consejo es comprar en el comercio establecido, ya que así los consumidores pueden ejercer los derechos que establece la ley. Hay que poner atención, en especial si son juguetes, pues puede que tengan pinturas tóxicas, tornillos y piezas que son fácilmente desprendibles y que los hacen muy peligrosos para niños. Asimismo, las materias primas utilizadas en su elaboración son de baja calidad, mientras que existen deficiencias, tanto en los diseños como en las terminaciones. Estos juguetes carecen de rotulado y de etiquetas que por lo general acompañan a un producto original, y en caso de tenerlas, figuran en inglés. Sus envases omiten la mención del fabricante, el país de origen y los parámetros de edad de los niños a quienes están dirigidos. Otra característica es que los envases son de mala calidad y presentan un sellado deficiente. El subprefecto Lobos prefiere no estigmatizar los sectores donde se venden estos artículos, pero dice que en general son aquellos donde se concentra una gran cantidad de locales como el centro de Santiago o en torno a la Estación Central. Dice que, en rigor, la persona que compra un producto falsificado no comete un delito, porque se presume que el cliente no sabe de qué se trata. No obstante, comenta, en el fondo está ayudando a financiar una organización dedicada a cometer este ilícito. Especies robadas A los consumidores también les ronda otra amenaza que es la de adquirir productos robados, que si bien son ofrecidos a un precio tentador, lo barato puede costar muy caro. Como explica David Urzúa, abogado de Legal Chile, este delito contra la propiedad, que consagra el artículo 456 bis A del Código Penal, no implica exclusivamente el comprar especies robadas, sino que va más allá. Se relaciona con sancionar a aquella persona que, conociendo, o no pudiendo menos que saber de su origen, tiene bajo su poder especies robadas, hurtadas, de abigeato o de apropiación indebida. Esto implica que incluso las puede estar transportando o comercializando, por ejemplo, y de todas maneras es sujeto activo de este delito. Cometerlo puede acarrear una responsabilidad penal para las personas jurídicas, es decir, empresas y/o sociedades legalmente constituidas. El abogado precisa que en este supuesto, la conocida "Ley agenda corta antidelincuencia" (N {+o} 20.931, publicada en julio de 2016), estableció que a estas les serán aplicables las penas previstas en la ley para los simples delitos, sanción que puede incluso llevar a la disolución de dicha persona jurídica, en caso de reincidencia. La sanción para quienes venden artículos robados es pena de presidio menor en cualquiera de sus grados, y multa de 5 a 100 UTM. Observa que si el objeto es un vehículo motorizado o cosas que formen parte de redes de suministro de servicios públicos (electricidad, gas, etc.) se impone la pena de presidio menor en su grado máximo y multa de 5 a 20 UTM. Para aplicar las penas, continúa, el juzgado respectivo tendrá especialmente en cuenta el valor de las especies, así como la gravedad del delito en que se obtuvieron, si este era conocido por el autor. En cuanto a aconsejar a quienes podrían adquirir especies robadas, David Urzúa asegura que para evitar esto último, lo mejor es comprar en el comercio establecido. Así se tiene la posibilidad de exigir boleta que dé constancia de la operación. A su vez, advierte, si el vendedor no entrega este comprobante, es legítimo sospechar acerca del origen del producto en cuestión.
Hasta agosto pasado, la PDI había incautado más de 330 mil juguetes falsificados. Entre 2015 a la fecha, esta cifra alcanzó las 557 mil unidades.
