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JERICHO:

SUBURBIO DE MODA

sábado, 21 de octubre de 2017

Desde Oxford, Inglaterra. Texto, Fernanda Paúl. Fotografías, Francisco Ibáñez.
Reportaje
El Mercurio

HACE SOLO 70 AÑOS, EL PLAN CONSISTÍA EN DEMOLER ESTE SITIO UBICADO A SOLO VEINTE MINUTOS A PIE DEL CASCO HISTÓRICO DE OXFORD. SUMIDO EN LA POBREZA, JERICHO ERA UN BARRIO DECADENTE AL QUE NADIE QUERÍA IR. TIEMPO DESPUÉS, SIN EMBARGO, VINO SU RENOVACIÓN Y MEJORAMIENTO, IMPULSADO POR ESTUDIANTES QUE, BUSCANDO UN SECTOR CON CAFÉS, PUBS Y VIDA CULTURAL, LO TRANSFORMARON EN EL CENTRO NEURÁLGICO DE LA BOHEMIA OXFORDIANA.



Cae la tarde en Oxford y las calles del barrio Jericho comienzan a tomar vida. De fondo se escucha la melodía vibrante de una banda de jazz, mientras cientos de estudiantes caminan por el lugar en búsqueda de entretención. Ya no hay turistas preguntando por los sitios donde se grabó la película "Harry Potter". Tampoco vendedores ambulantes de cualquier objeto que tenga el sello de la universidad. Menos aún buses rojos de dos pisos con curiosos disparando sus cámaras fotográficas. Es la gracia de Jericho, que a pesar de estar a solo veinte minutos a pie del centro histórico de una ciudad muy apetecida por los turistas, mantiene su exclusividad para los "locales", lo que le permite estar lejos del ojo público.

Jericho debe ser uno de los ejemplos más patentes del llamado fenómeno de gentrificación en el Reino Unido. Hace solo setenta años, era una zona por la que nadie apostaba un peso. Era un suburbio maloliente y desagradable, sumido en la pobreza. Hoy, en cambio, avanza de forma acelerada y la demanda por vivir allí sube diariamente, impulsada por la "fauna estudiantil" ávida de cultura, comida orgánica y música alternativa. En pocas palabras, un barrio "hipster".

Su historia comienza así: a principios de 1800, con la instalación de faenas industriales ligadas al hierro y el transporte, el sector de Jericho se sobrepobló. Para hacer frente a esta situación, se construyeron para los trabajadores viviendas básicas que carecían de drenaje y sistema de alcantarillado. A medida que pasaron los años, el hacinamiento y las constantes inundaciones generaron un brote generalizado de enfermedades como la fiebre tifoidea o el cólera. La gente de Jericho, entonces, comenzó a ser vista con cierta incomodidad por quienes vivían en el centro de Oxford. La crisis llegó a su nivel más alto en 1960, cuando se propuso demoler el barrio. Sin embargo, debido a la fuerte negativa de sus residentes, se decidió "salvar" la zona, comenzando un arduo proceso de renovación. Así, con el aporte financiero de la municipalidad, se edificaron nuevas viviendas y se restauraron las antiguas, motivando a miles de familias jóvenes y a estudiantes a trasladarse hasta allí.

El resultado fue mejor de lo esperado. Para los años 80 y 90, Jericho florecía en pleno desarrollo, claras señales de lo que sería casi treinta años después, en 2017: el centro neurálgico de la bohemia y la cultura oxfordiana.
 
Iglesia convertida en pub

Para entrar a Jericho, se debe pasar por su calle principal, llamada Walton Street. De sur a norte, el primer edificio que llama la atención es la Escuela de Gobierno de la U. de Oxford. Es imposible no verlo: con una arquitectura circular y moderna, el edificio de rampas y espirales llamado en honor a su principal donante -Leonard Blavatnik- rompe con todos los esquemas de Oxford. La obra de la reconocida oficina de arquitectos suizos Herzog & de Meuron -finalizada recién en 2015- está contenida por un muro de cortina (vidrio) que busca conectar cada espacio al interior de la construcción a través de su centro. Además, este lugar tiene el prestigioso título de ser el edificio más amigable con el medioambiente de la ciudad, algo que se identifica con los actuales residentes del barrio.

Frente a la Escuela de Gobierno se sitúa el histórico edificio Oxford University Press (OUP), la casa editorial más prestigiosa del Reino Unido y reconocida a nivel mundial. Construida en 1827, esta edificación tiene un sorprendente arco en su entrada, con un reloj en la cúspide que le da un aire más medieval a la concurrida calle principal de Jericho y que, por consecuencia, contrasta fuertemente con la Blavatnik School of Government. Allí se editan más de 4.500 libros al año.

Un poco más al norte de la casa editorial se encuentra uno de los lugares que quizás mejor reflejan el cambio de look del barrio en los últimos treinta años: La ex iglesia llamada Saint Paul's Church, hoy convertida en un café-pub. Su fachada -con imponentes pilares y un marcado estilo gótico- es casi tan llamativa como algunas de las capillas del casco histórico, con la diferencia de que en vez de ser un sitio de culto, se transformó en centro de exposiciones de arte, eventos culturales y conciertos de jazz. 

Detrás del mejoramiento de Jericho está su comunidad, sorprendentemente organizada. Sin importar el clima o las dificultades, se reúnen todos los fines de semana para llevar a cabo diversas tareas, entre ellas, limpiar murallas rayadas, arreglar los jardines públicos o, incluso, podar las rebeldes malezas del cementerio de la zona, completamente deteriorado. El plan de este grupo de vecinos se extiende hasta el año 2036: es en esa fecha cuando esperan que Jericho sea un barrio totalmente sustentable. La ruta es la correcta; gracias a sus callecitas, llenas de cafés con onda, galerías de arte y pubs cuidadosamente decorados, el suburbio de moda atrae cada vez más por su originalidad y vanguardia.

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