Los corredores son considerados una columna vertebral para el funcionamiento del Transantiago. Su presencia permite viajes predecibles y expeditos de los buses, al no sufrir la interferencia de los autos. Pese al beneficio, hoy hay cerca de 70 km de los 300 km con que se proyectó el sistema desde su inicio, hace una década. El Gobierno buscó salvar parte de la brecha de infraestructura y anunció un plan de 18 km hacia 2018. El plan se ha ido ejecutando pero con retrasos y críticas a cuestas. El más notorio ha sido el corredor de Vicuña Mackenna, que debió entregarse hace un año y medio. La obra, de 8,4 km de extensión y un costo de $100 mil millones, tiene un promedio de 81% de avance y debido a su prolongada ejecución, no ha permitido el uso expedito de la vía por los últimos dos años. Aunque desde el Serviu señalan que el corredor se entrega en diciembre, el alcalde de San Joaquín, Sergio Echeverría, cree que el próximo gobierno inaugurará la obra. "No se ve que se avance. En este proyecto se ha jugado con la dignidad de nuestras comunidades. Esto es una fuente de desprestigio para el Estado", critica. En el Presupuesto 2018 también se da cuenta del retraso. El subsecretario de Transportes, Carlos Melo, señaló que en el proyecto de ley en trámite se contemplan recursos para el arrastre de inversiones, dentro de los que se incluye el de Vicuña Mackenna. "La prioridad que en futuras administraciones se quiera dar a la infraestructura deberán definirla ellas", afirma. El alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, se suma a las críticas: "Esta es una historia de insultos a nuestros vecinos. No se ha cumplido ningún plazo. Y esto no pasa en la Pérez Zujovic, porque por ahí pasan las autoridades". Para el gerente de la fundación Transurbano, Juan Carlos González, "mientras más se retrasan los corredores, más se perjudica la velocidad del sistema y eso incentiva la pérdida de pasajeros", afirma. El corredor también suscita críticas por su diseño. El especialista en Transportes de la U. de Chile Alejandro Tirachini cree que "es un río de cemento para buses y autos, con escasa arborización. Estos proyectos deben evaluarse como obras no urbanas no solo de transporte". Además del retraso, otro problema dice relación con el financiamiento. El ex coordinador del Transantiago en el Serviu Metropolitano, Boris Gálvez, acusa que en el presupuesto 2018 el Gobierno no está dejando recursos para nuevos proyectos. "Solo se dejan recursos de arrastre para lo contratado, pero no para proyectos nuevos como el de Alameda-Providencia, donde solo se dejan recursos para llamar a licitación de la primera etapa, y para el diseño de Lo Marcoleta", dice.
Además de Vicuña Mackenna, hay obras en Rinconada, Dorsal e Independencia.