María soledad Cisternas
martes, 17 de octubre de 2017
Por Carla Toledo.
Las primeras mujeres que abrieron camino en Chile
El Mercurio
Esta abogada ha dedicado su carrera a promover los derechos de las personas discapacitadas. Recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos en 2014 y actualmente es enviada especial de Naciones Unidas.
Más de mil millones de personas en el mundo tienen alguna forma de discapacidad, esto equivale al 15% de la población. Alrededor de 2,5 millones de esas personas viven en Chile. María Soledad Cisternas Reyes -abogada, madre de tres hijos- estaba recién titulada de la universidad cuando pasó integrar este grupo estadístico. Una enfermedad degenerativa de la retina avanzó progresivamente hasta dejarla ciega. Así comenzó una lucha por la promoción de los derechos e igualdad de las personas discapacitadas que, con el tiempo, la convertiría en una figura internacional. El 15 de abril de 2013, el Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas -que vela por la implementación efectiva del tratado internacional en esta materia- abría su noveno período de sesiones desde su creación en 2009. Ese día, el organismo, integrado por 18 expertos de todo el mundo, eligió a su nueva presidenta: María Soledad Cisternas. Era la primera mujer y la primera latinoamericana en dirigirlo. Antes de llegar a la ONU, María Soledad desarrolló una destacada carrera en defensa de las personas discapacitadas. Tras titularse como abogada de la Universidad Católica, creó un estudio legal y obtuvo un magíster en Ciencias Políticas. En 1993 fundó la Corporación Pro Ayuda al Débil Visual; más tarde creó el Programa Jurídico de Discapacidad de la U. Diego Portales y, entre 2002 y 2006, fue consejera ante el Fondo Nacional de la Discapacidad. María Soledad ha participado en la generación de políticas públicas como la Ley Antidiscriminación, la Ley de Voto Asistido y la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, el tratado internacional sobre derechos humanos ratificado más ampliamente en el mundo. En diciembre de 2016, relataba parte de su propia experiencia a revista Ya. "El médico me dio un diagnóstico como una condena. Él nunca me habló de la posibilidad de rehabilitación, nunca me habló de organizaciones de ayuda a la ceguera. Eso está muy mal. Se piensa que tenemos que vivir recluidos, institucionalizados. Se nos niega el derecho a la independencia". Por su trayectoria, María Soledad Cisternas fue elegida entre las 100 Mujeres Líderes de "El Mercurio" por tres años consecutivos y ha recibido distinciones como el Premio Elena Caffarena; la Condecoración "Medalla Cámara de Diputados" y el Premio Nacional de Derechos Humanos en 2014. Desde junio de 2017 ejerce como enviada especial de las Naciones Unidas sobre discapacidad y accesibilidad.
