domingo, 15 de octubre de 2017
El Mercurio
Margaret Valenzuela
El diputado, parte de toda una generación de dirigentes de la UDI que fueron cercanos a José Antonio Kast, se la juega por el ex Mandatario y les habla a los adherentes de su amigo: "José Antonio está haciendo un buen trabajo, pero hoy no es su tiempo", afirma.
El diputado Ernesto Silva (UDI) debe ser uno de los pocos integrantes del comando del candidato Sebastián Piñera -si no el único- que no se proyectan en ningún cargo en un eventual segundo gobierno del ex Mandatario. Aunque -como miembro del comité político- está instalado en la "cocina" de la campaña, Silva se baja el perfil y habla sin ansiedades. Con la soltura de quien ya tiene trazado su futuro, independientemente de lo que suceda en los próximos meses: en febrero partirá junto a su familia a Estados Unidos, y en marzo se instalará, como investigador visitante, en la Hoover Institution, think tank de investigación y políticas públicas de la Universidad de Stanford, en California. Pero no por eso ha bajado el ritmo. Además de colaborar con Piñera (fue convocado por Andrés Chadwick), el diputado lidera el trabajo parlamentario de Chile Vamos en la discusión de la Ley de Presupuestos; se ha sumado a las giras de campaña por el país, y esta semana lanzó su segundo libro: una recopilación de las más de 90 columnas que ha escrito en estos ocho años como congresista. "Quienes estamos en política tenemos que hacer un esfuerzo por explicar, promover y defender nuestras ideas, y por eso yo hago un llamado a que las nuevas generaciones de la centroderecha se la jueguen por dar testimonio de sus ideas y defenderlas, porque al final las personas se movilizan por testimonios y convicciones", dice el abogado, al explicar las razones de esa vocación de columnista. Objetivo: Generar mayoría social y política para los próximos 30 años Uno de los objetivos de su viaje al universo académico estadounidense es tomarle el pulso al "punto de inflexión" que hoy se vive en el mundo, con fenómenos que van desde los nuevos populismos hasta el desarrollo de la llamada economía colaborativa. "Los que estamos en el servicio público, debemos entender esos fenómenos para poder tener miradas que adecuen los desafíos del futuro a la realidad de Chile. Yo quiero mirar esas experiencias, desarrollar nuevas ideas y contribuir -desde la formación de jóvenes, de sumar nuevos liderazgos y desde las propuestas- en la construcción de una coalición de centroderecha que sea suficiente, por sí misma, para generar mayoría social y política para los próximos 30 años", argumenta. -¿El viaje, entonces, es solo un paréntesis? -Uno nunca se va del servicio público. Entender este solo como la actividad en el Congreso es entender la sociedad de una manera limitada. Yo creo que mi contribución va a estar en el mundo acádemico -desde la Universidad del Desarrollo-, en las ideas y la formación de jóvenes, al menos por un buen tiempo. "Si no existe identidad programática propia, se hace difícil influir" -Usted no pudo darle continuidad a su generación en la conducción de la UDI. ¿Se va con cierta frustración por ello? -Estos ocho años, para mí han sido años de mucha alegría, de éxito y también de fracasos, lo digo sin eufemismos. Pero si miro este período, volvería a tomar las mismas decisiones. Por eso reivindico la importancia de la política y del rol de las nuevas generaciones en un cambio de ir transitando hacia asumir liderazgos de primera línea para conducir el país. Y la tarea de sumar espacios para las nuevas generaciones es continua, no se agota, y acá hay una generación que tiene que trabajar para conquistar esos espacios. Obviamente, a mí me gustaría ver nuevos liderazgos conduciendo a la directiva en un futuro próximo. -¿Existe el riesgo de que una parte de su generación pudiere irse de la UDI si no se siente integrada? -Si la UDI tiene un sello en sus candidatos que marque una identidad, se hace más fácil convocar hacia el futuro. Una falta de identidad conspira, hace difícil sumar y convocar. Es más, hay que tener cuidado con el riesgo de que fruto de esfuerzos individuales, haya un buen resultado electoral; pero si no existe una identidad programática propia, se haga más difícil influir. Hay momentos en los que puedes disminuir tu votación, pero tienes que mantener con fuerza las banderas de tus convicciones. -¿Y no ve un riesgo de una fuga de votos UDI hacia José Antonio Kast? -Muchos en la UDI tenemos simpatía y amistad con José Antonio Kast, pero solo Sebastián Piñera puede derrotar a la izquierda. En eso, cada voto es decisivo y todos debemos unirnos en torno a él. José Antonio está haciendo un buen trabajo, pero hoy no es su tiempo. -Usted, que es amigo de Kast, ¿le ha planteado bajarse, aun cuando su voto de todas maneras estará en la papeleta? -No, no le he recomendado nada a José Antonio, y creo que hay que dejar de lado la política de salón y pensar que estas son definiciones que se acuerdan entre comandos o candidaturas. Sí creo que mucho votante de José Antonio comparte la necesidad de derrotar a la izquierda y que la opción para eso es Sebastián Piñera. Hoy tenemos que construir una mayoría política, y para eso es fundamental lograr en la primera vuelta la mayor distancia posible con el candidato de la Nueva Mayoría. -¿Y pueden ganar en primera vuelta? -No, es un error poner las esperanzas en un triunfo en primera vuelta; pero si queremos ganar la presidencial, tenemos que lograr una votación que genere la mayor distancia posible con el candidato de la Nueva Mayoría en esa primera vuelta. -¿Qué porcentaje se requiere? -Creo que una votación cercana al 45%. "Me gusta ver a José Antonio en los debates" -Igual sorprende que usted, que formó parte de la generación que creció bajo el alero de Kast, llame a abandonarlo... -Yo valoro lo que ha hecho José Antonio, me gusta verlo en los debates, siento afecto por él. Pero cuando llega el momento de pensar en el futuro de Chile, hay que tomar un camino, y ese camino para derrotar a la izquierda y generar una mayoría que logre en primera vuelta una distancia significativa se logra con la propuesta de Sebastián Piñera. Y esperamos que muchos de los que han manifestado simpatía con José Antonio, legítimamente puedan apoyar a Piñera para lograr un buen resultado en primera vuelta. -¿Kast, finalmente, se ha transformado en un problema para Piñera? -No hay que mirar todo en blanco y negro. Su candidatura nos ha permitido llegar a distintos electorados, pero si lo que queremos es ser gobierno, tiene que haber una reflexión de unirse en torno a la opción de Piñera. Si queremos gobernar se requiere unidad. -¿Se podría negociar algo con Kast, como algunos han insinuado? -Quienes piensen eso no conocen ni al Presidente Piñera ni a José Antonio Kast. -¿Entonces, a qué cree que está apuntando Kast? ¿A crear ambiente para la formación de un nuevo movimiento? -Esa es una pregunta para José Antonio. Yo creo que hay que esperar que pase la elección. -Se ve bastante cómodo trabajando en el comando de Piñera. ¿Por qué cree que lo convocaron? -En un equipo se requieren distintas miradas, y yo espero aportar esa otra mirada. Efectivamente, me siento muy cómodo trabajando en una tarea demasiado importante, porque estoy convencido de que este año va a ser recordado en la historia como el año en que el país eligió entre retomar el camino del progreso o profundizar el camino hacia el fracaso. Por eso siento entusiasmo en participar tan activamente.
