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Se anunció ayer en Ciudad de México:

El chileno Andrés Montero gana el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska

martes, 10 de octubre de 2017

Juan Rodríguez M.
Cultura
El Mercurio

Fue reconocido por "Tony Ninguno" (La Pollera), una historia que cruza la vida y los misterios del circo con los cuentos de "Las mil y una noches".



Un misterioso árabe llegó al Gran Circo Garmendia, cuyo nombre no hace honor a la pobreza del lugar. El visitante pidió hablar con el dueño para pedirle que cuide al silente niño que lo acompañaba. Como pago les dejó una copia de "Las mil y una noches", advirtiéndoles, sí, que aquel que leyera el último cuento... moriría.

Ese encuentro maravilloso desata la historia de "Tony Ninguno" (La Pollera Ediciones), de Andrés Montero (Santiago, 1990). Publicada el año pasado, es su primera y hasta ahora única novela, y le bastó para ganar el Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska, que entrega 500 mil pesos mexicanos, cerca de 17 millones de pesos chilenos.

El premio, que otorga la Secretaría de Cultura de Ciudad de México, se anunció ayer. Y Montero viajará hoy para recibir el galardón este jueves 12 de manos de la propia Poniatowska, durante la Feria Internacional del Libro del Zócalo de Ciudad de México.

"Ella es uno de los grandes referentes de la nueva generación de cronistas latinoamericanos, que es uno de mis géneros favoritos", dice el premiado.

Un cuentacuentos

Montero supo del premio hace días, pero debía guardar el secreto. "Estaba en clases en el Diplomado de Edición de la PUC, cuando me apareció una llamada de WhatsApp de número desconocido y código sospechoso. Salí para contestar y, aunque no se escuchaba muy bien, entendí que quien me hablaba era el secretario de Cultura de Ciudad de México. Me costó relacionar por qué me podía estar llamando, si es que no era una broma, pero cuando mencionó el nombre del premio recordé que la editorial había postulado la novela. Ahí pegué tremendo grito, aunque creo que disimulé bien. Después de cortar me metí a ver más del premio y cuando vi quiénes habían ganado los años anteriores (Emiliano Monge y Álvaro Enrigue, entre otros) me di cuenta de que era realmente importante, y cuando vi cuánta plata era se me cayó el celular".

Autor de "La inútil perfección y otros cuentos sepiosos" (2012) y "Alguien toca la puerta. Relatos de leyendas chilenas" (2016), Montero cuenta que lleva algunos meses trabajando en una nueva novela, que reconstruye un legendario enfrentamiento entre dos famosos payadores: "Don Javier de la Rosa y el mulato Taguada", adelanta.

Antes del Premio Poniatowska, con "Tony Ninguno" Montero ganó una beca de creación del Consejo de la Cultura y fue finalista del Premio Clarín de Novela, en Argentina. Con su recurso a "Las mil y una noches", y la inclusión de una Sherezade circense, la novela tiene mucho de su otro oficio: cuentacuentos de La Matrioska, la compañía itinerante que conforma con Nicole Castillo ("vengo de una familia de mentirosos", dijo a este diario en 2016).

-¿Qué te gusta más: ser leído o escuchado?

"Es muy distinto, por supuesto. Las dos cosas me gustan mucho, aunque cuando uno cuenta un cuento el público no te puede mentir: yo sé si se está emocionando, aburriendo, riendo, etc. El libro es distinto: llega un amigo y te dice bacán tu libro, me gustó caleta. Y entonces yo quiero saber más: pero qué parte te gustó, qué se te hizo largo, qué frase... Y esa respuesta es más difícil para el lector. Por otra parte, cada vez que cuento un cuento me escuchan entre 40 y 400 personas; en cambio, el lector es mucho más especial. Hay alguien, en alguna parte, que está leyendo mi libro y que después me escribe o comenta algo en internet, o simplemente se queda con algo del libro para sí mismo".

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