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Estudio liderado por astrofísico de la U. Católica:

Agujeros negros supermasivos destruyen todo a su alrededor

jueves, 28 de septiembre de 2017

Richard García
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Es el efecto de la radiación que emiten, lo que aleja la posibilidad de que una teórica nave se aproxime hasta sus límites.



Los objetos próximos a un agujero negro muy masivo puede que no sean engullidos directamente por su colosal vecino, pero igualmente serán destruidos en el proceso.

Así lo revela un estudio internacional, que publicó ayer la revista Nature, liderado por el astrofísico de la U. Católica e investigador del Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), Claudio Ricci.

"Hemos descubierto la manera como la radiación, en forma de rayos X, proveniente del agujero interactúa con el material del entorno", explica Ricci a "El Mercurio".

Este tipo de radiación, que genera fuertes vientos de polvo y gas, destruye toda la materia en un radio de menos de 10 años luz del entorno.

El estudio también confirma que no todos los agujeros negros ubicados en el centro de las galaxias están devorando material a la misma velocidad.

Es el caso de la Vía Láctea, donde se encuentra la Tierra. "El agujero negro del centro galáctico está comiendo muy poca materia, por lo que la radiación resultante no es tan poderosa. Además, el material disponible en el entorno tampoco es muy grande".

La investigación se hizo apuntando a 836 galaxias lejanas, situadas a millones de años luz. "Esas fuentes que estamos estudiando están recibiendo mucho material, el que al ser ingerido provoca mucha radiación", señala el científico.

El trabajo comenzó en 2013 y surge de una amplia colaboración: incluye a investigadores de Suiza, China y Estados Unidos, además del Centro Goddard de la NASA.

El grupo de investigadores trabaja con el satélite Swift, de esa agencia espacial, que desde el año 2004 detecta emisiones de alta energía procedentes de regiones remotas del universo conocido.

Aunque los agujeros negros no se pueden ver directamente, los científicos saben que están ahí. "Solo un agujero negro puede generar niveles tan altos de energía como los que presentan esas galaxias", explica Ricci.

El origen de estos tipos de agujeros negros todavía no está claro. Pueden ser resultado del colapso de estrellas gigantes o también producto del choque de agujeros negros más pequeños.

"Hay al menos un agujero negro masivo en el centro o núcleo de cada galaxia, por lo que podrían existir miles de millones de ellos", estima el astrónomo.

Viaje imposible

La constatación de que los agujeros negros arrasan con su entorno inmediato aleja la posibilidad de que una teórica nave espacial se aproxime hasta sus límites, como ocurre en la película "Interestelar", ya que la alta radiación acabaría instantáneamente con cualquier ser vivo en su interior.

El estudio también arroja luces sobre la eventualidad de que la influencia de los agujeros negros en el resto de las galaxias en que están alojados sea mayor de lo que se creía. "Hace mucho tiempo que sospechábamos que había una relación, pero desconocíamos su alcance real. Si bien los agujeros negros tienen un campo gravitacional fuerte, se creía que no lo era tanto como para afectar la galaxia como un todo".


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