lunes, 25 de septiembre de 2017
R. Franco
El Mercurio
Texto concluye que en el empadronamiento de este año se omitieron más viviendas que en el registro efectuado hace cinco años.
La Fundación Jaime Guzmán elaboró un informe comparativo entre el censo que se realizó en 2012 y el que tuvo lugar en abril de este año. El estudio afirma que el empadronamiento efectuado hace cinco meses tuvo falencias similares al de 2012, -que fue encabezado por el gobierno de Sebastián Piñera-, las cuales fueron advertidas en esa oportunidad por una comisión evaluadora. "El Censo de 2012 adolece de serios problemas en aspectos que son esenciales en este tipo de instrumentos", señaló la comisión en 2013, aunque afirmó que no se debían desechar los datos debido a que el estudio "se encuentra dentro de lo aceptable". Fue por ello que el actual gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet impulsó un nuevo conteo, eso sí, de carácter abreviado en la cantidad de preguntas del cuestionario. Según indica el documento, las tasas de omisión de ambos procesos son "equivalentes", lo que fundamenta señalando que la cobertura de hogares en el proceso 2017 -que fue fijada en 98,98%- se calculó "comparando el stock de viviendas censadas con el stock de viviendas del Precenso, realizado nueve meses antes que el Censo 2017". Y explica que si se actualiza el número de viviendas, "cuando se corrige este error, la tasa de omisión resulta ser 2,84% en vez del 1,02% implícito en las tasas de cobertura publicadas. Esta tasa de 2,84% es superior a la tasa de omisión de viviendas de 1,8% del Censo 2012". El texto también cuestiona la cifra total de personas censadas este año, que según informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) fueron 17.373.831. Al respecto, se acota: "La población proyectada por el INE para el año 2012 era de 17.382.005 personas. Es decir, en cinco años la población chilena habría disminuido en nueve mil personas. Esto lleva al absurdo de que sería mayor el número de fallecidos que el de nacimientos". Otro de los puntos que critica el documento es el "acotado" tiempo de capacitación para censistas y el gasto vinculado con la consulta. "El costo del Censo 2017, a pesar de ser abreviado, fue de más de $50 mil millones, a diferencia del efectuado en 2012, que tuvo un costo de $37 mil millones", dice el informe. Con esos antecedentes, los diputados Felipe Ward (UDI) y Paulina Núñez (RN) oficiaron tanto al Ministerio de Economía como al INE. "Lo que se suponía sería un Censo bueno, resultó estar lleno de incertidumbres sobre las que el Gobierno no ha dado respuesta. Es tiempo de que comience a darlas", dice Ward, mientras que Núñez agrega: "La Presidenta anunció que este Censo sería un triunfo para Chile y resulta que la cobertura de vivienda fue peor en este año".
Según el texto, el censo abreviado de este año costó más de $50 mil millones y el de 2012, $37 mil millones.
