Bogotá replicará el concurso Santiago en 100 palabras
miércoles, 20 de septiembre de 2017
Vanessa Leal Soto
Cultura
El Mercurio
Colombia se convertirá en el segundo país de Latinoamérica en instalar el certamen de microcuentos, después de México.
Primero fue en Santiago. Después, en Antofagasta, Iquique, Valparaíso, Concepción y Magallanes. Y luego dio el salto a ciudades de otros países: Budapest, Bratislava, Varsovia, Praga y, en México, Puebla. Ahora, tras 17 años premiando microcuentos, Santiago en 100 palabras se replica en Bogotá -cuya convocatoria cierra el 30 de noviembre-, con el destacado poeta Darío Jaramillo Agudelo en el jurado. Y eso no es todo. "En este momento estamos en conversaciones avanzadas con Boston. Y tuve una reunión por San José de Costa Rica", cuenta Carmen García, la poeta al mando de Fundación Plagio, que organiza el evento. Además, acaban de firmar un convenio con la Marca Chile para impulsar la exportación del proyecto, ahora ofrecen actividades a lo largo del año, y cambiaron el premio del primer lugar por un atractivo pasaje a Rusia, para asistir al Mundial de Fútbol 2018. Lo que comenzó como un concurso, al que se le han añadido las categorías de talento infantil, juvenil, mayor y de barrio, al cabo de casi dos décadas se transformó -con el apoyo de BHP, Minera Escondida y el Metro de Santiago- en una iniciativa de gran envergadura, que funciona como una vitrina de la cotidianidad. "El concurso levanta el imaginario colectivo de un espacio, genera participación ciudadana y fomento lecto-escritor y, además, construye una memoria histórica", dice García. Y vaticina: "El día de mañana, los historiadores van a querer saber cómo era Santiago en el año 2000, y van a tener los diarios y los libros de historia, por supuesto, pero también van a tener las 100 palabras, que finalmente son el pulso de la calle". A los ya tradicionales talleres de escritura de microcuentos dictados por escritores como Álvaro Bisama y Alejandro Zambra, y en los que participan desde niños hasta reclusos, Fundación Plagio quiere agregarles más sesiones y fomentar el rescate del imaginario de los barrios. Por otro lado, acaban de firmar un convenio con el Senama para hacer talleres para el adulto mayor, y abrirán por primera vez una convocatoria a colegios: el establecimiento que más cuentos envíe ganará una biblioteca con títulos chilenos.
