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Exactamente 32 años después del sismo más letal en ese país:

Devastador terremoto deja cerca de 150 muertos y unos 40 edificios en el suelo

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Amanda Marton Ramaciotti
Internacional
El Mercurio

El jefe del gobierno de la capital declaró estado de emergencia por el movimiento sísmico de 7,1 grados en la escala de Richter. Millones de hogares están sin electricidad y más de 3.000 efectivos militares fueron desplegados para ayudar en los rescates.



La tierra volvió a temblar ayer en México, donde un terremoto de magnitud 7,1 grados en la escala de Richter remeció la capital y dejó al menos 149 muertos y cerca de cuarenta edificios derrumbados, a solo once días del sismo de 8,2 en la misma escala en el sur del país que mató a más de 60 personas, y en el aniversario número 32 del potente temblor que dejó miles de muertos en Ciudad de México.

El terremoto, que duró 43 segundos y ocurrió a 57 kilómetros de profundidad, tuvo lugar a las 13:14 hora local (15:14 de Chile), apenas dos horas después de un simulacro con evacuaciones masivas para recordar el de 1985. Su epicentro se situó a 12 km al sureste de Axochiapan (en la frontera entre el estado de Morelos y Puebla), a 167 kilómetros de Ciudad de México, y también se sintió en Oaxaca y Michoacán, según datos del Servicio Sismológico Nacional.

Alrededor de 20 millones de personas viven en la región afectada, calificada por los expertos como una de las zonas más vulnerables ante sismos, por situarse en un terreno de suelo blando, en uno de los últimos remanentes del lago de Texcoco.

Labores de rescate

El Presidente Enrique Peña Nieto, que se encontraba fuera de Ciudad de México, anunció su regreso a la capital para coordinar las labores de rescate. "He convocado al Comité Nacional de Emergencias para evaluar la situación y coordinar acciones. El Plan MX ha sido activado", escribió el Mandatario en Twitter.

"He ordenado evacuar los hospitales con daños y trasladar a sus pacientes a otras unidades médicas", añadió Peña Nieto, quien recordó que los servicios de emergencia están abiertos a toda la población. Por su parte, el jefe del gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, declaró estado de emergencia, mientras entre la población se desató el pánico.

"Estoy consternada, no puedo contener el llanto, es la misma pesadilla que en 1985", dijo Georgina Sánchez a AFP.

Unos cuarenta edificios se derrumbaron en la capital, particularmente en las colonias de La Condesa, la Roma y la Del Valle.

Voluntarios se sumaban a los 3.428 efectivos militares, bomberos y funcionarios de Protección Civil desplegados para remover escombros, y algunos sostenían letreros con la palabra "silencio", con el fin de poder escuchar si había sobrevivientes.

En la calle Monterrey con Viaducto Miguel Alemán, una de las principales arterias de la ciudad, un edificio de más de cuatro pisos se derrumbó por completo, y decenas de personas trabajaban anoche en labores de rescate. Muchos voluntarios, con una simple mascarilla para no aspirar el polvo, ayudaban como podían. Por ejemplo, formando largas cadenas humanas para transportar material de primeros auxilios y agua. Varias grúas procedían a levantar escombros de las viviendas, mientras los rescatistas instalaban unos potentes reflectores frente a las ruinas para poder seguir trabajando en la madrugada.

Ante la imposibilidad de utilizar máquinas modernas en las labores de rescate, para no lastimar a los enterrados debajo de los escombros, los mexicanos se armaron de palas, linternas y mangueras, para lanzar a los atrapados si detectaban sus gritos y encontraban la forma de hacerles llegar la ayuda.

"Hay varias estructuras dañadas, incendios por fugas de gas y cables sueltos", dijo a "El Mercurio" la periodista Alba Calderón, quien se encontraba en La Condesa al momento del terremoto. El coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, advirtió a la población que no fume, por las fugas de gas, y que no ingrese a sus casas hasta que se evalúe la gravedad de los daños.

"La gente está afuera, en la calle, esperando; hay gente atrapada entre los escombros en (la estación de metro) Etiopía, no hay luz y la señal de teléfono es complicada", añadió Calderón. Cuatro de las doce líneas de metro de la capital suspendieron sus viajes y al menos 3,8 millones de hogares se quedaron sin electricidad, reportó en Twitter la estatal Comisión Federal de Electricidad.

El suelo del Aeropuerto Internacional Benito Juárez se agrietó gravemente y los funcionarios suspendieron todas sus operaciones por la tarde de ayer hasta que se concluyeran las revisiones en toda su infraestructura.

El secretario de Gobierno de Morelos, Matías Quiroz, informó que se cayó un puente en la carretera que conecta la Ciudad de México con el puerto de Acapulco, y otro en la autopista que va de Tepoztlán hacia Cuautla. "No hay paso en dichas infraestructuras", dijo el funcionario.

Las ciudades estaban en un caos vial, con miles de personas transitando en vehículos hacia sus casas a paso lento y los transeúntes actuando de improvisados guardias de tránsito, reportó Reuters.

"Lo que más está dificultando las labores de rescate es la cantidad de vehículos transitando. Ya son varias horas desde que pasó el sismo y sigue el tráfico", dijo anoche el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, quien llamó a la población a "despejar las calles" para que dejen transitar libremente a los vehículos de emergencias.

Para evitar la congestión, el tren suburbano realizó viajes gratis ayer a todos sus pasajeros, aunque una de sus estaciones tuvo que ser cerrada por daños en la infraestructura. Las aplicaciones de Uber y Cabify también ofrecieron viajes gratis.

Los presos de las cárceles de Izúcar de Matamoros y Atlixco, en el estado de Puebla, tuvieron que ser trasladados anoche debido a los daños causados por el terremoto y llevados al penal de San Miguel, donde estarán mientras se hacen reparaciones.

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