El día D para los deportistas que arriesgan su beca
miércoles, 20 de septiembre de 2017
Rebeca Ampa
Deportes
El Mercurio
Figuras como Natalia Duco, Tomás González y Kristel Köbrich verían rebajado el aporte mensual del Proddar, mientras que otros como Isidora Jiménez, los primos Grimalt y los marchistas Araya serían excluidos. "Si pierdo la beca pasaré de ser profesional a amateur", resume el pesista Julio Acosta.
"Ahí empiezan los problemas", admite Christian Droguett, director nacional del IND, cuando se le consulta por las evaluaciones a los deportistas beneficiados por la beca Proddar, que en su reciente planilla de agosto destinó $172.893.174 para pagar a 334 exponentes de 87 disciplinas (entre ellas, 31 paralímpicas). La última reunión del panel técnico, celebrada el mes pasado, sugirió que siete especialistas verían reducido el aporte mensual y 12 perderían el beneficio. Entre los que serían excluidos figuran la velocista Isidora Jiménez, los primos voleibolistas Marco y Esteban Grimalt, el pesista Julio Acosta, la maratonista Érika Olivera, los hermanos marchistas Yerko y Edward Araya, la gimnasta Martina Castro. ¿La razón? No haber cumplido, a criterio de sus evaluadores, los objetivos y resultados trazados para ellos en el último año. "Tenemos que ser bien conscientes y señalar que nuestros deportistas hoy están a un nivel panamericano y no olímpico. Y bajo esa mirada tenemos que ver cómo ayudar para que logren esa meta (olímpica)", añade Droguett. Entre quienes bajarían de categoría destacan la balista Natalia Duco, el gimnasta Tomás González, la nadadora Kristel Köbrich y el atleta paralímpico Cristián Valenzuela. Todos, incluidos los que corren el riesgo de ser marginados, recibieron tres semanas para apelar si consideraban injusta la evaluación. Y hoy es el plazo fatal para presentar sus consideraciones al IND, que resolverá en un máximo de dos semanas. ¿Criterio injusto? "La beca es nuestro principal apoyo en este momento. Fue muy sorpresivo cuando nos enteramos de que podíamos perderla, porque el trabajo que hemos realizado ha sido súper profesional", asegura Marco Grimalt, quien junto a su primo Esteban se ubica en el puesto 25 del último ranking mundial de la FIVB de duplas masculinas de vóley playa, publicado el 11 de septiembre. "Entramos al programa por los Juegos Odesur 2014, y hemos ido creciendo. En Sudamérica solamente nos supera Brasil, que es el campeón mundial y olímpico. En nuestra apelación estamos poniendo todos esos antecedentes, que esperamos tomen en cuenta", comenta el voleibolista, de 28 años. El binomio participó en los JJ.OO. de Río 2016, siendo los primeros chilenos a ese nivel en el vóley playa, aunque perdió los tres partidos, ante Holanda, Rusia y Polonia. En tanto, en el Mundial de Viena, celebrado entre la última semana de julio y la primera de agosto, se ubicó 17° entre 48 duplas participantes. El pesista Julio Acosta, quien en la cita olímpica culminó 11º en su categoría (-62 kilos), también alistó su apelación. "Me están evaluando por una sola competencia, el Panamericano de Miami, donde quedé 7º de 18. Cuatro semanas antes de viajar sufrí un desgarro y he adjuntado ese certificado médico a mi carta. Si pierdo la beca pasaré de ser profesional a amateur, y tendría que usar el tiempo libre -que me queda entre los entrenamientos y las clases que hago tres veces por semana- a buscar trabajo. No sé qué pasa con otros deportistas, pero como en todas las situaciones siempre hay quienes se cuelan por abajo (para acceder al beneficio)", cierra el especialista de origen cubano.
