Diversos estados de EE.UU. están ampliando sus investigaciones sobre las empresas que fabrican potentes analgésicos adictivos, alarmados por una epidemia que ha matado a miles de personas. Los fiscales generales de diversos estados anunciaron ayer que han emitido citaciones judiciales para conseguir información de cinco empresas farmacéuticas, y que ha pedido los registros de tres distribuidores. Las sobredosis por opioides se han convertido en una crisis de salud pública. Los centros para el control y prevención de enfermedades calculan que solo en el 2015 esas drogas mataron a 52 mil personas en Estados Unidos.