El refugio de las hermanas Abraham en Curauma
martes, 19 de septiembre de 2017
Diego Aguirre
Deportes
El Mercurio
Antonia y Melita, campeonas del mundo sub 23, abrieron las puertas del moderno complejo en el que viven y entrenan junto a otros especialistas nacionales.
H an pasado cuatro horas de entrenamiento matutino. Están exhaustas, pero con una sonrisa. Melita y Antonia Abraham reciben a "El Mercurio" en el nuevo Centro de Entrenamiento Olímpico de Curauma, inaugurado hace un mes y medio, luego de que el anterior sufriera un devastador incendio. Recordar ese episodio no es fácil para las actuales campeonas del mundo Sub 23. "Fue duro, pensé que nos iban a mandar a todos a nuestras casas, y que el proceso que llevábamos se iba a terminar", comenta Antonia en alusión a la madrugada del 2 de julio, que dejó totalmente destruido el edificio que albergaba a nueve deportistas del remo y canotaje. El mismo día del suceso, el Comité Olímpico y el Ministerio del Deporte dieron alojamientos provisorios a los deportistas cerca de la laguna, además de entregar ropa para los afectados. La reconstrucción del centro tampoco demoró demasiado, y antes de un año remeros y canoístas ya poseían un renovado complejo de 750 m {+2} con 23 habitaciones, un nuevo sistema de calefacción, y un gimnasio de última tecnología. Todo con un costo de 698 millones de pesos. "Este lugar no tiene nada que envidiarles a centros internacionales de remo. Estar acá es vivir un sueño. Sobre todo porque estamos a un paso de la mejor pista de Sudamérica", destaca Melita, que vive junto a Antonia y sus dos hermanos (cuatrillizos), también seleccionados nacionales de remo. Actualmente, el recinto suma diez remeros becados, y nueve canoístas. La remera que compitió en Río 2016 añade: "Se mejoró mucho con la reconstrucción. Antes no estaba aislado, pasábamos frío, y ahora está más amplio. El incendio sirvió para hacer las cosas mejor, y no cometer los mismos errores", confiesa Melita. Reglas, estudio y compromiso El "jefe de hogar" en Curauma es Bienvenido Front, técnico español del seleccionado de remo. "Tenemos reglas que todos deben respetar. De hecho, esta entrevista debió ser avisada por las chicas", parte diciendo el coach , para luego recordarle a Antonia sobre la norma incumplida. Front acepta la excepción y permite el recorrido por el centro. El adiestrador hispano prosigue: "Lo primero es hacer la cama. Si alguien no la ha hecho, no puede seguir con su rutina. Puede parecer un estupidez, pero es parte de la disciplina", asegura. El estudio también es una norma importante para los seleccionados. "Tenemos una sala de estudios donde los deportistas deben estar un par de horas al día. Aquí los remeros tienen como requisito estar estudiando alguna carrera universitaria o técnica", cuenta Front. "Aunque estudiemos carreras distintas, nos ayudamos mutuamente entre todo el grupo", complementa Antonia, la más alta de las hermanas, aunque es la menor por algunos minutos. Los horarios también son estrictos: entrenamientos a las 8 de la mañana, horas establecidas para las comidas, y la luz del centro se corta a las 22:30 horas. "Antes era más desordenado todo. Ahora hay más orden. En todo caso, no hay que andar repitiendo las cosas. Todos saben lo que tienen que hacer", cierra Melita.
