El exceso de sustancias cancerígenas emitidas por los motores diésel por encima de los valores límite causa unas 5.000 muertes prematuras cada año en los países de la Unión Europea (UE). Eso dice un estudio realizado por Noruega, Austria y Suecia. La situación ha empeorado, pues "la proporción de coches diésel en la UE llega al 50% de la flota".