viernes, 15 de septiembre de 2017
Economía y Negocios
Alfredo Enrione
Director del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad
ESE Business School
Universidad de los Andes
Gracias a las contribuciones del estadístico, filósofo y ex trader Nassim Taleb en los negocios se ha instalado el término “cisne negro” para indicar un evento de muy baja probabilidad y gran impacto. En este mundo también se habla de un “elefante en la sala” cuando, a pesar de que todos son capaces de ver un problema significativo, nadie se atreve a plantearlo para evitar conflictos y costos personales. Al estilo del cuento “el traje de emperador”.
Siguiendo esa lógica podría decirse que el cambio climático es un “elefante negro” ¿Cuántos líderes políticos y empresariales se han tomado en serio este problema? Vivimos el año más caluroso del siglo, marejadas insólitas, enormes incendios forestales y el mayor huracán de la historia. Según el Economist en dos décadas se han multiplicado por cuatro los eventos climáticos extremos ¿Mera coincidencia?
Más allá del clima, es fundamental entender que en lo social, lo político y lo económico la aceleración del cambio trae consigo una estampida de elefantes negros. ¿Alguien duda que los avances tecnológicos y de comunicaciones van a hacer colapsar instituciones centenarias como los partidos políticos o los sindicatos? ¿Alguien piensa que las formas tradicionales de gobierno no están quedando obsoletas? ¿Qué va a pasar cuando sectores industriales completos se vean desplazados por avances tecnológicos en la robótica o la inteligencia artificial?
Es verdad. Parecen muy lejanos, pero en algún momento llegarán. Son cambios que tienen el potencial de cambiar nuestras vidas y, en el intertanto, nuestros líderes parecen seguir mirando hacia otro lado.
