Señor Director: La carta del señor Jorge Schaerer debió reducirse a sus perfectas dos primeras líneas, porque nadie de los que nombra para ridiculizar la idea de Kast divide tanto, y tan odiosa y persistentemente, a los chilenos como Salvador Allende. No podemos evadir esa realidad y necesitamos mirarla de frente para recobrar nuestra antigua sana convivencia entre chilenos. Yerko Torrejón Koscina