La semana explicada con dos vacas

domingo, 27 de agosto de 2017

Reportajes
El Mercurio

Los partidos que lo apoyan tienen miles de cabezas de ganado, pero nadie le quiere prestar una vaca, porque creen que no la devolverá, porque va a perder.

Una vez más voy a recurrir a la parábola de las dos vacas para explicarles los acontecimientos relevantes de esta semana, que fueron demasiados.

¿Se acuerdan cómo se exponía en simple el funcionamiento de la economía o la política con este modelo? Era así:

Socialismo: Usted tiene dos vacas. El Estado lo obliga a darle una a su vecino. El Estado se queda con el 50% de la leche que producen las vacas y reparte igualitariamente el resto.

Comunismo: Usted tiene dos vacas. El Estado se queda con las dos y le da un poco de leche.

Capitalismo: Usted tiene dos vacas. Vende una y compra un toro. Tiene muchas vacas y hace crecer la economía. Teme que algún día venga el Estado y se las quite. Vende las vacas y vive de las rentas.

Sistema chavista: Usted tiene dos vacas. Maduro y Cabello las confiscan, desaparecen, y le echan la culpa al imperialismo de que no haya leche en Venezuela.

Así funciona la analogía. Apliquémosla ahora a la coyuntura:

Guillierismo: Usted no tiene vacas. Quiere ser Presidente de Chile y exige que alguien le regale aunque sea un ternero para hacer campaña. Los partidos que lo apoyan tienen miles de cabezas de ganado, pero nadie le quiere prestar una vaca porque creen que no la devolverá ya que va a perder la elección. Usted culpa a los bancos y pide que el Estado intervenga.

Piñerismo: Usted tiene miles de millones de vacas. El problema es que la ley solo le permite usar unas pocas vacas para hacer campaña. Pero lo que de verdad lo martiriza es que en su comando le tienen prohibido contar chistes en público.

Mahmudaleuismo: Usted tiene dos vacas. Una es partidaria de Dominga y la otra no. Se hace una votación y en extrañas circunstancias logra ganar la que no es partidaria de Dominga. La otra vaca reclama porque dice que el procedimiento estuvo viciado. Usted se hace el ecuánime, pero igual recrimina en público a la vaca derrotada.

Girardismo: Usted tiene dos vacas. Bloquea todos los proyectos empresariales porque dice que contaminarán a sus vacas. La economía se arruina y la gente no tiene qué comer. El poco alimento disponible se lo da a las vacas.

Tribunalconstitucionalismo: Usted tiene menos vacas de lo que algunos creían. O más. Depende del punto de vista.

Bacheletismo: Usted se entera por la prensa de que tiene tres vacas. Eso.

Pascualismo: Usted tiene dos vacas. Le inquieta que no se respeten sus derechos reproductivos. Impulsa una ley para que puedan adoptar terneros.

Beatrizsanchismo: Usted tiene dos toritos. Uno se llama Giorgio y el otro Alberto. Se dan cornadas entre sí. Usted cree que por culpa de ellos no pasará a segunda vuelta.

Meísmo: Usted tuvo dos vacas. Una se la había regalado SQM y la otra OAS. Se las farreó.

Goicismo: Usted tiene dos vacas. Les exige a ambas un nuevo estándar ético. Ellas no lo cumplen. Usted no hace nada, porque es resiliente. Se olvida de las vacas y se convierte en apicultora.

Rodrigovaldesismo: Usted tiene dos vacas. Ya casi no producen leche. Usted sabe cómo hacer que den muchos litros. Pero pertenece a una coalición que optó por repartir leche en vez de ordeñar.

Kastismo: Usted tiene dos vacas. Las pone a disposición de su campaña presidencial. Las vacas terminan votando por Piñera.

Navarrismo: A usted solo le interesa defender a Maduro.

Campismo: Usted tiene dos vacas. Las nombra notarios. Usted y ellas son felices para siempre.