Utiliza la técnica de la termoablación por radiofrecuencia con excelentes resultados
miércoles, 23 de agosto de 2017
Ediciones Especiales
El Mercurio
Solo en Santiago este equipo ha operado a más de 800 personas con várices, aplicando esta cirugía mínimamente invasiva. En la Clínica Integral de Rancagua, la cifra sobrepasa los 500 pacientes.
Hace nueve años, el doctor Daniel Mamani Jaches creó un modelo único de atención, a través del cual ha dado respuesta a cientos de pacientes con várices.
El especialista realiza un tratamiento ambulatorio basado en la termoablación por radiofrecuencia, una cirugía mínimamente invasiva que se efectúa por medio de microincisiones con un altísimo rendimiento en pacientes ulcerados.
"Este tratamiento se lleva a cabo en una sola sesión, en la cual se operan ambas piernas. Utilizamos un eco doppler intraoperatorio, con el que localizamos la válvula y la vena enferma -que ya había sido detectada previamente en la consulta- y, con una microincisión, introducimos un catéter que llega al lugar alterado para disparar la radiofrecuencia a 120 grados de temperatura, lo que produce una desnaturalización de las fibras de colágeno de la pared venosa, provocando un sello inmediato de la válvula y de la vena enferma, con lo que el reflujo venoso desaparece. Una vez terminado este procedimiento, nos dedicamos a retirar con microcirugía las várices", explica el doctor Mamani.
¿Cómo son los resultados de este procedimiento? El experto asegura que ya en el postoperatorio se puede ver el alivio casi inmediato de la sintomatología. En este periodo, el paciente queda con un vendaje especial por tres días, posterior a los cuales debe usar medias de compresión baja. Se les recomienda no usar ropa apretada ni fajas abdominales y como aspecto fundamental nunca subir de peso. Además, se les aconseja realizar ejercicios en el agua o bicicleta estática, evitando hacer deportes de rebote, como fútbol, tenis o maratón. A las mujeres, particularmente, se les pide no abusar del uso de zapatos con taco muy alto.
En el proceso de recuperación, el experto dice que también es esencial el aspecto psicológico, puesto que hay muchos pacientes que tienen su autoestima dañada por esta enfermedad; "mujeres que no han usado un short o un traje de baño por años, ya que les da vergüenza mostrar sus piernas", advierte. De esta manera, uno de los objetivos de este tratamiento es precisamente devolverles la confianza para que tengan una buena calidad de vida.
Resultados a largo plazo
El doctor Mamani afirma que la posibilidad de que las várices vuelvan a aparecer en el trayecto operado es bajísima si se compara con el uso de otras técnicas, como el láser o la safenectomía. Sin embargo, recalca que no existe una fórmula "mágica" para derrotar a esta enfermedad. En su experiencia de ocho años utilizando la termoablación por radiofrecuencia y los más de 20 años operando várices, dice que, por su parte, debe ser meticuloso y regirse por los protocolos estrictos del tratamiento y de la técnica quirúrgica, pero que por otro lado está la responsabilidad del paciente, quien debe seguir fielmente las indicaciones pre y postoperatorias, concurrir a los controles y nunca minimizar el tratamiento al que fue sometido.
"De esta forma hay que enfatizar que los resultados a largo plazo dependen, en primer lugar, del equipo que opera y de la técnica que utilice, pero lo más importante será el postoperatorio de cada paciente. Por otro lado, hay que considerar que nuestros pacientes, antes de la cirugía, ya saben cuántas válvulas tienen enfermas y cuántas están sanas. Evidentemente, nosotros trabajamos los territorios enfermos, pero siempre les decimos cuántas y cuáles válvulas quedaron sanas para que las cuiden, ya que si tienen la predisposición genética y esas válvulas no son cuidadas se pueden provocar várices en territorios que antes eran sanos", manifiesta el especialista.
TRATAMIENTO PARA BORRAR ARAÑITAS
La termoablación por radiofrecuencia -explica el doctor Daniel Mamani- es una técnica que puede llegar a eliminar por completo las várices; sin embargo, esta cirugía no es la adecuada para quienes quieren borrar las telangectasias o "arañitas vasculares", que más del 80% de las mujeres sobre 20 años tiene. "A este tipo de pacientes nosotros les ofrecemos escleroterapia o radiofrecuencia pulsada, que son dos tecnologías que aseguran muy buenos resultados", indica.
