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Juan Pablo Muñoz, ganador de los 52k de la Vuelta Aculeo:

"Descubrí que corriendo a tope también se disfruta"

miércoles, 23 de agosto de 2017

Claudio Herrera
Deportes
El Mercurio

Trotó por años de forma recreativa hasta que se propuso bajar las tres horas en el maratón. Reformuló su método y ya ganó dos pruebas.



Llevaba casi 11 años trotando con la excusa de hacer amistades y pasar un buen rato. Nada de entrenadores ni mirar el reloj. Juan Pablo Muñoz Vargas (39 años) cobró fama por sus videos en el portal Mundo Running, donde acompañaba y grababa a la masa de corredores anónimos. Entre medio sobrevivió al atropello de la corrida de la Teletón en 2012. Después montó un grupo de entrenamiento, pero siempre con el afán recreativo. Sin cronómetros ni apuros.

Eso hasta este año. La tentación de intentar bajar las tres horas era una idea que empezó a meditar. Una prueba de consumo máximo de oxígeno fue el empujón que faltaba. "Me salieron buenos parámetros, concluyeron que hasta los 15 km/h yo tenía un ritmo eficiente de carrera, pero sobre eso algo no funcionaba, me consumía la grasa o algo parecido, me recomendaron bajar de peso y así iba a volar, me dijeron", dice.

Tal cual. Muñoz perdió cerca de cuatro kilos, ordenó su dieta y empezó a correr en serio. En el Maratón de Santiago anotó 3h 05:37, su mejor registro. No fue lo único: en junio ganó los 42k en Rapa Nui, y el sábado se impuso en los 52k de la Vuelta Aculeo, con 3h 50:29.

"Todavía no me la creo, el año pasado me había demorado casi cinco horas. Esta vez hice el primer giro con todo, demoré 1h 47, y en el segundo, que es pura cabeza, mantuve el ritmo. Me ayudó el frío que hizo", dice el periodista.

"Mi foco es bajar las tres horas y lo intentaré en Viña del Mar, pero siempre pasándolo bien, no voy a una carrera pensando en ganarle a alguien. Las veces que inconscientemente he salido a competir la he pasado pésimo. Qué sentido tiene amargarse si alguien te gana, si todos los fines de semana hay un montón de corridas. En mi caso, ahora me cuido más y descubrí que corriendo a tope también se puede disfrutar. Si me hubiese enfocado en la competencia antes, no tendría los amigos que tengo hoy, no me arrepiento. Mi objetivo es llegar corriendo a los 90 años", explica.

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