Científicos descubrieron en las frutillas el secreto del "Kanazawa Ice helado", producto que conserva su forma y frescor pese al paso del tiempo y exposición a altas temperaturas, y que desde abril se vende en heladerías de Japón. La clave de la fórmula está en los polifenoles naturales de la frutilla, que "tiene la característica de impedir que el aceite y el agua presentes en los helados se separen", explicó Saki Edamatsu, directora de Comunicación del Centro de Investigación para el Desarrollo de Bioterapia. Tras la buena acogida en Japón, se está pensando en la expansión en el extranjero, pero aún no hay fechas concretas.