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Innovación chilena:

Crean silla de ruedas eléctrica plegable que cabe en el maletero de un auto

miércoles, 23 de agosto de 2017

Alexis Ibarra O.
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Pesa 27 kg, menos de la mitad que las tradicionales, gracias a sus motores, potentes y livianos, que se usan también en drones. Su batería de litio le da una autonomía de 20 km.



Dos amigos de infancia -el ingeniero mecánico Álvaro López y el técnico en automatización Jaime Vásquez- pasaron de los juegos de niñez a emprender un gran desafío ingenieril: construir en Chile una silla de ruedas eléctrica usando tecnología de punta para que fuera liviana y transportable.

"El problema con las sillas eléctricas es que son pesadas y difíciles de transportar. Muchas de ellas son chinas y están fabricadas de fierro, con motores pesados y dos baterías casi tan grandes como las de un auto", dice Álvaro López. "Con Jaime nos propusimos crear una silla liviana, que al plegarla cupiera en un auto convencional. Para lograrlo nos propusimos trabajar con tecnología de punta".

Jaime Vásquez es experto en drones y pensó que una buena solución era usar los motores de estos aparatos, que deben ser potentes, pero a la vez livianos. Son los llamado Brushless (sin escobillas), que tienen varias ventajas: son menos ruidosos, gastan poca energía, producen menos calor y sufren menor desgaste.

"La silla está construida en duroaluminio, un material liviano y resistente. Pesa solo 27 kg, mientras que las sillas de ruedas eléctricas normales pesan entre 70 y 100 kg", cuenta López.

A la silla se le incorporó un "cerebro" que maneja los motores a través de un control tipo joystick en su apoyabrazos. Con él, su conductor puede moverla en cualquier dirección.

Otra importante innovación es la batería. Utilizaron una de ion de litio de mucha densidad (acumula más energía en menos espacio). "Es de 10 cm de ancho por 20 cm de largo y 10 cm de grosor. Su tamaño reducido permite plegar la silla sin tener que extraerla, como ocurre con otros modelos con baterías de mayor tamaño. La hemos metido en el maletero de un Celerio y un Mazda 2 sin problemas", dice López.

A pesar del reducido tamaño de la batería, esta suministra la energía necesaria para recorrer 20 kilómetros y se carga en solo dos horas.

Juan Rodríguez (48), seleccionado chileno de rugby paralímpico, la probó. "Me gustó mucho, sobre todo por lo fácil que es transportarla. Las otras sillas de ruedas eléctricas que he probado son pesadas y es necesario dos a tres personas para levantarla y subirla a una camioneta. Esta, al ser plegable, puede ser manipulada por una sola persona para guardarla en el maletero", dice.

Otra característica que destaca Rodríguez es su maniobrabilidad. "Otras sillas de ruedas son inestables al doblar, ya que si vas rápido dobla a esa misma velocidad, en cambio esta reduce automáticamente la velocidad para ganar estabilidad", agrega. Además, al ser creada en Chile puede tener más posibilidades de reparación e intercambio de piezas.

Cuestión de precio

"Hay sillas plegables eléctricas que se traen desde Europa o EE.UU., pero cuestan cerca de 3 millones. La nuestra tiene un precio de $1,5 millones más IVA", aclara López, quien junto a su socio creó la empresa Moviclinic para comercializarla.

Es más cara que las fabricadas en China, con un costo de entre $700 mil y $800 mil, aunque, según explican, las asiáticas son más pesadas que su creación.

Los creadores nacionales están pensando en nuevos desarrollos. "Adaptamos un módulo que permite que una persona con una discapacidad severa pueda controlar la silla con la voz. Estamos experimentando con otros módulos que permitirán también controlarla con movimientos de la cabeza mediante un cintillo con giroscopio o sensores en el apoyacabeza", agrega López. Cada uno tendrá un costo de $500 mil.

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