Litio

martes, 22 de agosto de 2017

Opinión
El Mercurio

Señor Director:

Respecto del editorial de "El Mercurio" (15 de agosto), quiero precisar que el litio y toda su cadena de valor vinculado a la electromovilidad y las baterías estacionarias representan para Chile la oportunidad de desarrollar a 2035 la segunda mayor industria exportadora (solo superada por el cobre), con más de US$ 10.000 millones y de mantener la actual posición de principal productor mundial de litio.

La demanda mundial está creciendo a un 24% anual y se espera que mantenga este ritmo en los próximos años, de la mano del crecimiento explosivo de la demanda por vehículos eléctricos.

Como es de público conocimiento, el acuerdo recientemente suscrito entre Corfo y Albemarle, la mayor empresa del mundo en su rubro, permitirá a Chile mantener el liderazgo mundial de producción hasta 2022. Este acuerdo incluye tasas y regalías a beneficio del Estado que superarán, a los precios actuales, los US$ 6.000 millones y que son las más altas del mundo en minería no metálica.

El rol proactivo del Estado ha permitido atraer inversiones y proyectos de empresas líderes en la cadena de valor de la electromovilidad, que potenciará la demanda por cobre chileno bajo en emisiones, amplificando los beneficios para Chile.

Nuestro país ha dado pasos recientes sólidos para consolidar su liderazgo mundial en la industria del litio. Lamentablemente, existe incertidumbre respecto de lo que ocurrirá luego de 2022, cuando se extinga la cuota de litio de SQM. Que se expanda la producción en la porción del salar que explota SQM no depende solo de Corfo, sino que del pleno cumplimiento de los contratos, de las mejores prácticas ambientales y de gobierno corporativo que deben tener todos quienes quieran asociarse con el Estado para explotar y desarrollar el Salar de Atacama, que es propiedad de esta corporación y que contiene el 52% de las reservas mundiales de litio.

Es decir, Corfo y Albemarle están desarrollando la industria del litio con estándares OCDE. Ahora falta que SQM abandone la cultura de impunidad que ha sido el sello de su actual controlador y así poder avanzar en el desarrollo de un nuevo sector exportador que impulse el crecimiento de Chile y una economía global más sustentable.

Eduardo Bitran C.

Vicepresidente ejecutivo de Corfo