Repartida entre catorce islas y 57 puentes, lo que a la capital sueca le sobran son espacios y barrios para todos y todo: Norrmalm es epicentro para las compras; Södermalm, el área de tendencias en diseño y pubs alternativos; Östermalm, un espacio de lujo y respetada gastronomía, y así. La ciudad se moderniza en cada área, y por eso últimamente han proliferado proyectos como el bar Agrikultur, un "minirestaurante" abierto en abril de este año en la zona de Nytorget: solo tiene una docena de asientos y su carta, que cambia constantemente, incluye platos de gastronomía nórdica sustentable.