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Nathalia Aragonese

La nueva heroína de Gonzalo Justiniano

viernes, 18 de agosto de 2017

M.A.
Reportaje
El Mercurio

La actriz es la protagonista de "Cabros de mierda", la nueva cinta del director de "B-Happy" que se estrena este jueves 24, basada en la vida en la población La Victoria durante la dictadura. Acá cuenta cómo preparó su personaje y cómo está enfrentando este, el primer gran protagónico de su carrera, a los 35 años y sin estar en TV. "No estoy en mi casa esperando que me llamen", dice.



-Esta película era para mí -dice la actriz Nathalia Aragonese (35) sentada en un café en Providencia, vestida de negro y con el pelo muy corto. Se ve casi igual a Gladys, su personaje en "Cabros de mierda", la nueva cinta del cineasta Gonzalo Justiniano que se estrenará el jueves 24.

Nathalia Aragonese sintió que la película era para ella, dice, a pesar de que el proceso fue largo e incierto. Entre que se presentó al casting e hizo el teaser -en 2014- y el momento en que la cinta se rodó -a comienzos de 2016- pasaron varias cosas. Por ejemplo, que el actor Sean Penn, con quien Justiniano había conversado para que interpretara al misionero que llega a vivir a la casa de Gladys, no pudiera viajar luego de que se supiera su encuentro con el narcotraficante mexicano "Chapo" Guzmán.

Después, cuando el director le confirmó a la actriz que el rodaje comenzaría en un par de semanas, ella tenía un viaje impostergable a París.

-El problema era que faltaba el actor y querían hacerle casting conmigo. Si yo no estaba, podía presentarse otra actriz que lo hiciera mejor que yo. Pero no pospuse el viaje. Mis compañeros me mandaban e-mails: "Nato, al casting están yendo todas las actrices de Chile".

El final de la historia es conocido: el día en que Nathalia Aragonese volvió de Francia partió corriendo al casting con el joven actor Daniel Contesse. Y a Gonzalo Justiniano le bastó verlos diez minutos en escena para cerrar el trato.

-No le dio ni una vuelta -recuerda la actriz, cuyo rostro aparece en primer plano en el afiche de "Cabros de mierda", una historia ambientada en 1983 en la población La Victoria, hasta donde llega el misionero Samuel Thompson (Contesse) a predicar en medio de los allanamientos y las protestas durante la dictadura. Allí conoce a Gladys, "La francesita", una mujer que le da alojamiento y le muestra, de primera fuente, la realidad de la época.

-Lo que Gonzalo me transmitió era una suerte de homenaje a las mujeres -cuenta Nathalia, recordando otras películas del director con protagonistas femeninas, como "Sussy" o "B-Happy"-. Y los grandes movimientos que se produjeron en las poblaciones eran liderados por mujeres que estaban sosteniendo las familias. Su esencia era: "Hay un problema, hay que resolverlo".

Lo dice con conocimiento de causa: sus coprotagonistas son un grupo de vecinas que vivió en La Victoria en esos años, cuyas experiencias fueron clave para dar verdad a esta ficción que tiene imágenes de la época filmadas por Justiniano.

-Hay un mito en torno a estos temas, y está la frase: "Otra vez una película de la dictadura". Pero "Cabros de mierda" no tiene nada que ver con eso -asegura la actriz-. Está ambientada en esa época, pero lo fundamental tiene que ver con las acciones humanas (...) Es profundamente emotiva.

UNA FICCIÓN NECESARIA. -Este papel es lo que uno como actor siempre trata de buscar en un proyecto. Es una ficción necesaria -cree la actriz. Sabe que este es un rol que le dará más exposición mediática. Algo importante para ella, quien siempre ha llevado un bajo perfil trabajando en TV, teatro y cine, donde antes de "Cabros de mierda" fue protagonista del corto "El hombre aficionado", dirigido por Mario Horton, su ex pareja y papá de su hija Milagros.

La niña nació a fines de 2008, cuando la actriz cimentaba una promisoria carrera en TV después de haber formado parte de "Floribella" (2006) y "Alguien te mira" (2007), de TVN. Pero la maternidad cambió sus planes.

-Me acuerdo que llamé a una productora por un proyecto y me dijeron: "Es que como fuiste mamá, pensamos que a lo mejor estabas gordita".

Lo cierto es que este alto, dice, la deprimió un poco.

-Venía súper a caballo con mi carrera, y detenerme para criar un hijo y estar en la casa todo el día no lo aguanté. Me separé -confiesa.

Estuvo un par de años fuera de la TV, pero nunca paró. Siguió haciendo teatro, y en 2013 y 2014 tendría dos papeles emblemáticos: "Gloria", en "Los 80" -que aparece en la vida de Exequiel (Daniel Alcaíno) achacándole la paternidad de su hijo-, y Cecilia Aguayo en la serie "Sudamerican Rockers".

Hoy, Nathalia Aragonese no para: tiene una productora cultural, está junto a su compañía preparando una obra basada en "Impuesto a la carne", de Diamela Eltit, y está en segundo año en la Escuela Latinoamericana de Medicina China, la misma donde estudió su amiga, la actriz Marcela Osorio.

-Soy tan inquieta creativamente que se me pasa el tiempo, no estoy esperando que me llamen, ni me voy a poner a llamar a la tele para pedir trabajo -dice.

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