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El Chilesaurus podría ser un eslabón perdido entre los dinosaurios herbívoros y carnívoros

jueves, 17 de agosto de 2017

Richard García
El Mercurio

La especie, cuyos restos fueron descubiertos en Aysén por el hijo de un investigador chileno, es un fascinante puzzle paleontológico.

"Desde el primer momento que describimos al Chilesaurus diegosuarezi , nos dimos cuenta de que era un rompecabezas, y todavía sigue siendo un enigma", reconoce Fernando Novas, paleontólogo del Museo Argentino de Ciencias Naturales, quien lideró la publicación que dio a conocer al más famoso de los dinosaurios chilenos al mundo en 2015.

Dos años después, el animal prehistórico que fue portada de la prestigiosa revista científica Nature vuelve a destacar. Un estudio que publicó ayer la revista Biology Letters sugiere que podría ser un eslabón perdido entre dos de las más importantes familias de dinosaurios, la de los terópodos comedores de carne, como el T. Rex y el velocirraptor, y los ornitisquios vegetarianos, como el estegosaurus.

"Estos dos grupos compartieron una ascendencia común que data de 220 a 225 millones de años", aseguró ayer Paul Barrett, académico del Museo de Historia Natural de Londres, quien junto al paleontólogo de la U. de Cambrige Matthew Baron son autores de la investigación. El Chilesaurus , dijeron, podría ser una especie de transición.

"El Chilesaurus muestra cómo un animal que parece una especie carnívora de dos patas se puede transformar en una cosa que empieza a convertirse en un comedor de plantas", dijo Barrett.

Barrett y Baron en marzo propusieron una controvertida nueva clasificación de los dinosaurios. Desde hace 100 años, los científicos dividen a estos animales prehistóricos en dos grandes grupos: los saurisquios (que incluyen a los terópodos carnívoros y a los saurópodos de cuello largo, como el brontosaurus) y los ornitisquios.

Los dos investigadores sugieren que los terópodos y los ornitisquios conformen un único grupo, separado de los saurópodos.

"En el contexto de la nueva hipótesis, el Chilesaurus cae perfecto como el eslabón perdido, pero esa clasificación todavía no ha sido aceptada", dice Novas, revisor del estudio y uno de los críticos de la propuesta de Barrett y Baron. De hecho, prepara una réplica con otros investigadores. "Esto promueve las discusiones y el intercambio de información, lo que le hace bien a la paleontología", dice.

Para Novas, el misterio del Chilesaurus está lejos de resolverse. "Es un cóctel que posee rasgos de todas las grandes ramas de los dinosaurios. Nosotros propusimos que eran terópodos tetanuros (es decir, los más cercanos a las aves modernas), pero no estamos seguros. Ellos no han resuelto el problema, simplemente proponen otra hipótesis".

Porque, según Novas, como para complicar más el escenario, hay que considerar además que el cuello alargado, la forma de las mandíbulas y de las manos del Chilesaurus son propias de los saurópodos (los gigantes de cuello largo).

Para el paleontólogo de la U. de Chile Alexander Vargas, coautor de la publicación de 2015, es posible que el dinosaurio de Aysén sea mucho más importante de lo que dijeron en ese trabajo. "Considero probable que nos hayamos equivocado en 2015, y que Baron y Barrett tengan razón, pero falta un estudio con una matriz de datos de especies de dinosaurios aún más grande. Solo así podríamos poner a prueba su idea", dice.

Es necesario seguir trabajando en el árbol genealógico de los dinosaurios porque, en opinión de Novas, se está haciendo muy complejo.


Curiosidades

En su momento fue calificado como un Frankenstein o incluso el ornitorrinco de los dinosaurios, aludiendo al extraño mamífero con pico de pato, pelaje sedoso y que pone huevos. Entre otras curiosidades, el Chilesaurus tiene la cabeza típica de un carnívoro, pero su dentadura es plana, por lo que se estima que solo consumía vegetales.






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