lunes, 17 de diciembre de 2007
LINA CASTAÑEDA
Economía y Negocios Online, El Mercurio
Experiencia piloto reunió a 280 empresas de Argentina, Bolivia, Perú y Uruguay con 40 consorcios compradores de Japón, Corea, Vietnam, Nueva Zelandia y Chile.
Las pequeñas y medianas empresas (pymes) exportadoras chilenas están sorteando fronteras con los países vecinos para establecer alianzas y abordar en conjunto los mercados asiáticos en nichos donde sus productos son complementarios. Los negocios están en distintos grados de desarrollo y son el resultado de la experiencia piloto desarrollada por la Dirección de Promoción de Exportaciones, ProChile, como fue la Macro Rueda de Negocios que se llevó a cabo hace dos semanas en Iquique.
En esta experiencia participaron representantes de 280 pymes exportadoras de Argentina, Bolivia, Chile, Perú y Uruguay, y alrededor de 40 consorcios compradores de Japón, Corea, Vietnam, Nueva Zelandia, Singapur y China, entre otros.
La iniciativa está orientada a avanzar en la concreción del plan Chile País Plataforma, señala Alicia Frohmann, directora de ProChile, destacando el objetivo de desarrollar estrategias comerciales conjuntas y la visión que está envuelta de una política vecinal y de negocios.
Aspecto que también resalta Hugo Baierlein, gerente de comercio exterior de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa). "Lo que más me gustó es que esta experiencia piloto pone en forma clara que cuando se habla de Chile como un país plataforma para los negocios no es retórica, sino una realidad. Nos dice cómo las empresas extranjeras pueden hacer negocios con las pymes de Chile y países vecinos unidos en alianzas estratégicas para aprovechar los Tratados de Libre Comercio (TLC) que tiene nuestro país".
Hubo un arduo trabajo previo para poner en contacto la oferta y la demanda. La primera tarea la desarrollaron las Direcciones Regionales de ProChile, que identificaron los potenciales productos en que podría haber complementariedad, dejando fuera aquellos productos sensibles donde podría haber competencia. Los agregados comerciales en los países vecinos identificaron las pymes en esos países y los agregados comerciales en naciones del Asia Pacífico a los importadores que tenían interés.
Un ejemplo de productos donde hay complementariedad es la madera, ya que Bolivia y Perú tienen una oferta de bosques tropicales (la madera "morada" boliviana es un caso) y se complementa con los bosques templados chilenos (pino insigne, raulí, lenga y coigüe, entre otros). En la ronda de negocios, fabricantes de muebles vietnamitas se mostraron interesados en este insumo.
Baierlein cuenta que una empresa argentina se mostró interesada en establecer alianzas con empresas chilenas para exportar piezas y partes del sector automotor, incluyendo repuestos, aprovechando las ventajas arancelarias que tiene Chile con los TLC.
También hubo interés en el área proveedores de la minería, donde Chile tiene oferta de servicios y maquinaria; en el rubro alimentos, especialmente productos del mar.
Los primeros contactos no necesariamente resultan en la concreción inmediata de negocios, pero son un primer paso, y así lo pudo constatar un pequeño empresario que no firmó ningún contrato cuando conversó con sus pares chinos, pero le explicaron lo que tenía que hacer para abordar ese mercado y ahora sabe que, teniendo un producto de calidad, debe preocuparse del volumen y de la comercialización.
Mirando ya otros mercados, una iniciativa algo más avanzada entre empresas de Chile y Argentina es el proyecto de instalar en Arica una planta procesadora de jugo de naranjas de Tucumán, y que debe resolver primero aspectos fitosanitarios.
