jueves, 10 de agosto de 2017
Economía y Negocios
Tina Rosenfeld
Directora y consejera de empresas multinacionales
Der Spiegel semanario alemán destapa un nuevo escándalo en la industria automotriz alemana. Recientemente publicó documentos que comprueban que las manipulaciones de los autos diésel no solo afectaron a Volkswagen. De hecho, documentos entregados por VW y Daimler al ente controlador antimonopolio alemán dan cuenta de reuniones periódicas de coordinación de las 5 marcas automotores alemanas. Es triste ver como los altos ejecutivos prefirieron coludirse para no hacerse cargo de los cambios que estaban pidiendo tanto los legisladores como los consumidores a nivel mundial. Invirtieron mucho tiempo y recursos en encontrar la forma de burlar los controles medioambientales y dejaron la innovación en manos de otros. Es así como nació Sion auto eléctrico alemán que pretende competir con Tesla.
La forma como las distintas empresas manejaran esta crisis definirá el futuro de la industria automotriz alemana. ¿Serán capaces de transformarla en una oportunidad de mejora o serán reemplazado por otras firmas más conscientes de las necesidades de los consumidores y del medio ambiente? Algunos reemplazantes posibles vienen de la misma industria automotriz como Volvo que declaró que a partir del 2019 todos sus autos nuevos serán por lo menos híbridos, o GM que recientemente lanzó al mercado chino su primer auto eléctrico compacto por US$ 5.300. Otros competidores vienen de otras industrias como Tesla que recientemente anunció el modelo 3 totalmente eléctrico a precios mucho más accesibles o Google que va más lejos buscando el auto autónomo.
Quizás la competencia vendrá desde Alemania con el startup Sono Motors. Un proyecto disruptivo, financiado con 650.000 US$ de crowdfunding que recientemente lanzó con SIÓN el prototipo de un auto eléctrico que aparte de la batería también tiene 7,5 m2 de paneles fotovoltaicos que recubren la carrocería. Sus 330 células solares producen electricidad suficiente para circular 30 km al día. En comparación con el modelo 3 de tesla el auto alemán vale la mitad (US$ 18.000). Los jóvenes fundadores de Sono Motors Laurin y Jona que partieron en el garaje de Jona en el 2016, han sido capaces de lanzar el prototipo de Sion en apenas un año y ahora están enfrentando un gran desafío: lograr 500 reservas del SIÓN para empezar a producir en serie. Esta meta parece bastante alcanzable considerando que muchos clientes están pagando desde ya para reservarla entrega de su auto en el año 2019.
Pero el mayor desafío futuro de la industria automotriz no es solamente la producción de autos amigables con el medio ambiente sino la coordinación y no la colusión con otros medios de transporte hacia el traslado más eficiente de las personas. Daimler lanzó con Moovel hace años una app que quiere cambiar la forma de la movilidad urbana. Lamentablemente se encuentran en la plataforma mayoritariamente los productos donde Daimler tiene participación accionaria como Car2go y Mytaxi y brillan por su ausencia Drive Now de BMW y el arriendo de las bicicletas del ferrocarril alemán Deutsche Bahn. Me encantaría que los ejecutivos de la industria automotriz alemana de ahora en adelante inviertan su energía en coordinarse para ofrecerles más alternativas de movilidad a los consumidores y no coludiéndose para hacerle trampa a las leyes medio ambientales.
