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Políticas públicas para enfrentar el VIH

martes, 08 de agosto de 2017


Opinión
El Mercurio




Señor Director:

En su columna del jueves pasado, el obispo Héctor Vargas deriva del aumento de contagios de VIH en Chile que la política que busca que la actividad sexual sea "segura" mediante el uso del condón ha fracasado. En vez de "neutralidad valórica" hacia la sexualidad, debiese buscarse orientación en la búsqueda de la verdad, mediante moral y principios objetivos que reglen la conducta sexual, logrando la "auténtica libertad".

Comparto su preocupación por la falta de eficacia de las políticas públicas, pero todas sus otras afirmaciones son cuestionables.

¿Cuáles son los principios y valores objetivos que debiesen regular la conducta sexual? El obispo recurre a la "antropología cristiana". Aunque hay allí elementos interesantes, es evidente que en sociedades plurales no es razonable imponer modelos de conducta en base a la verdad de estas antropologías. El obispo puede guiar a sus feligreses por referencia a aquellas, pero no puede (no debe poder) utilizar el poder estatal mediante políticas públicas para avanzar sus preferencias doctrinarias.

Tratándose de políticas públicas, es central la referencia a la evidencia. ¿Qué evidencia tiene el obispo de que políticas públicas sobre sexualidad que se basen en sus verdades objetivas son efectivas? Me temo que ninguna (¿Quizás la doctrina de abstinencia del Vaticano, o el resultado de la condena al condón y propuesta de verdades objetivas de los obispos católicos en África?). Por el contrario, hay suficientes ejemplos de políticas relativamente exitosas que apuntan al uso de preservativos.

Ciertamente, la sexualidad involucra valores, y es necesario preparar a los jóvenes para que se enfrenten a ella con responsabilidad, tanto hacia sí mismo como hacia los otros. Sexo seguro mediante condón es así un imperativo de prudencia y además normativo. Tal vez parte del problema de ineficiencia (que surge por la sensación de seguridad injustificada que ha despertado el éxito de los retrovirales) se debe a que la doble moral y mojigatería han hecho difícil hacerse cargo de la realidad.

Daniel Loewe

Escuela de Gobierno Universidad Adolfo Ibáñez

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