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Según datos del Departamento de Estudios de la Dirección del Trabajo:

Denuncias por acoso laboral crecen 15% en 2016 y sectores comercio, hoteles y restaurantes concentran los casos de este año

lunes, 31 de julio de 2017

María de los Ángeles Pattillo
Capital Humano
El Mercurio

El coaching y la evaluación a los líderes aparecen como las prácticas más utilizadas por las empresas para enfrentar las situaciones de hostigamiento físico o psicológico hacia los trabajadores.



Durante 2016 hubo 2.131 denuncias por acoso laboral o mobbing ante la Dirección del Trabajo (DT), un 15% más de lo registrado el año anterior. "Son situaciones de maltrato y violencia física o verbal que son permanentes en el tiempo y en un contexto de trabajo. Se habla de acoso cuando el hostigamiento es recurrente en un período de al menos seis meses, con una periodicidad semanal", dice Cristián Villarroel, asesor técnico del Departamento de Salud Ocupacional del Ministerio de Salud.

Según el experto, esa conducta de bullying no necesariamente debe venir desde un superior. Según una encuesta de Mercer, en la mayoría de los casos el acosador ocupa una posición más elevada, aunque muchos reconocen que el agresor tiene un cargo paralelo o incluso un cargo inferior.

Ahora bien, entre enero y mayo de 2017 se han presentado 574 denuncias a la DT, un 38,5% menos que en el mismo lapso del año anterior. Villarroel advierte que no se puede hablar de un cambio de tendencia ya que son datos de menos de la mitad del período. El profesor del Departamento de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la UC y ex subsecretario del Trabajo Fernando Arab tiene la misma mirada: "Es muy prematuro aventurar conclusiones respecto de si este año será mejor en términos del número de denuncias, pues en los primeros meses hubo más casos que en el mismo lapso de 2016 y solo en los últimos tres meses bajó".

Además, Villarroel destaca que hay un amplio número de eventos que no son registrados por la DT: "Son temas a los que no se les ha dado mayor peso, por lo que muchos trabajadores no denuncian". A su juicio, el indicador debiera ir al alza dadas las mayores exigencias en el rendimiento laboral en un escenario de creciente incertidumbre.

Pero, las empresas ya están visibilizando el problema. Según los datos de Mercer, el 64% de las firmas encuestadas dice poseer alguna política para hacer frente al mobbing y el 98% de ellas considera que este tipo de acoso afecta directamente la productividad de la gente.

La psicóloga de Clínica Alemana Solange Anuch asegura que verse expuesto a esta violencia permanente puede traer aparejada una serie de problemas físicos (insomnio, malestares gastrointestinales, dolores musculares y falta de apetito) y psicológicos (cansancio y desgano generalizado, disminución de la autoconfianza, síndromes ansiosos y bajas anímicas).

"Hay gente que puede salir más o menos dañada, según su personalidad. Si es un individuo sano, que ha crecido con un aporte parental y tiene un concepto de sí mismo estable, es probable que tenga una mejor capacidad defensiva", explica.

Del total de casos individualizados por la DT a mayo de este año, el 20% se concentra en el área del comercio, seguido del área hoteles y restaurantes con 9%. "Los contextos de atención a público son los más complejos y siempre la mayor cantidad de denuncias va a venir de sectores económicos donde hay una alta exposición a clientes, pues el trabajador puede percibir una injusticia organizacional y hay un contexto de efervescencia donde se permiten más las situaciones de vulneración", advierte Villarroel.

Para Anuch también puede facilitar situaciones de acoso la presencia de trabajadores con rasgos sociópatas, es decir, que no demuestran empatía o sensación de culpa. A su juicio, la clave está en la selección del personal, sobre todo en los de mayor jerarquía: "Es importante evaluar hasta qué punto el individuo se rige por cánones morales o éticos para ejercer el poder, más allá de las habilidades o talentos para el cargo".

Las empresas consultadas por Mercer señalan que las políticas que más han favorecido a la solución de casos de hostigamiento son el coaching (49%) y la evaluación de los líderes (41%). "A quienes ostentan cargos de poder hay que capacitarlos, pues hay muchas cosas que hoy tienen nombre que antes no lo tenían, como diversidad, inclusión y el mismo mobbing . Los baby boomers no nacieron con esos conceptos, y lo que antes se podía entender como un chiste, ahora es considerado violencia", indica Agustina Bellido, líder de productos de talento de Mercer.

Asimismo, en el sondeo de Mercer, el 27% de las empresas identifica el código de ética o el reglamento interno que incluye esta temática como una medida efectiva. Pero Arab apunta a que todo tratamiento debe ser integral para que funcione: "Los protocolos escritos deben ir acompañados de una práctica eficiente. No basta con tener una línea de denuncia si quien la recibe no está capacitado para investigar, o si no se guarda la debida confidencialidad, o si los tiempos de respuesta son lentos". En ese sentido, el 89% de las firmas indicó que entre los principales errores que se cometen está el no atender a tiempo el caso que se presenta.

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