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Máximo ejecutivo de Enel en Chile: "El estándar de calidad no lo decidimos nosotros. Ha sido el estándar que el país ha elegido"

domingo, 23 de julio de 2017

Claudia Ramírez y Pablo Obregón
El Mercurio

En la semana más álgida de Enel en el país, su gerente general en Chile, Nicola Cotugno, hace frente a la que reconoce como la crisis más difícil de su carrera y responde a las críticas por el apagón que tuvo un máximo de 311 mil clientes de la compañía sin luz. Ofrece disculpas a los afectados, pero recalca que no podían estar preparados para un evento que ocurre cada 50 años.

-Usted ya explicó por qué se quedó el fin de semana pasado durante la nevazón en el hotel Hyatt Place. Dijo que vive en Lo Barnechea y buscó un lugar más cercano a las oficinas de Enel. ¿Quién pagó la cuenta del hotel?

"Yo, ¿por qué?".

-¿La cuenta la pagó la empresa o usted?

"Yo mismo. ¿Quiere ver mi tarjeta de crédito? ¿Quiere que le muestre mi gmail? Quería presionar un botón y reservar el hotel pero no sabía cuándo iba a llegar al hotel, ni siquiera sabía si iba a ir. Y si me lo pregunta, no pediré ningún reembolso".

-¿Falta empatía de Enel con los consumidores chilenos? ¿No pensaron que podría generar irritación ver a Francesco Starace, CEO de Enel, participando de una carrera de autos eléctricos en el mismo momento en que había un apagón en Santiago?

"En Italia existe la máxima consideración por Chile, por la presencia y la responsabilidad que tenemos en este país (...) Starace tiene que llevar a cabo distintas acciones, estaba al tanto de este evento, lo informé yo mismo a las cinco de la mañana. Él sabía, pero no se puede paralizar una actividad que involucra muchos países. Es claro que la empatía no excluye el hecho de que no se puede paralizar el resto de Enel".

-¿Llamaron a la familia de la señora Marta Gamboa, paciente electrodependiente que murió a causa del apagón del fin de semana pasado?

"Sí. Lamentamos muchísimo lo que pasó. Es una pena enorme para todos nosotros. Estamos en contacto con la familia, nuestros ejecutivos han ido allá para expresar nuestra pena y para ofrecer ayuda o cualquier tipo de apoyo".

-¿Por qué fueron?

"Por la razón lógica de que una persona de una familia cliente nuestra que falleció. Nos toca la piel, no es algo ordinario y, además, en un momento de estrés, como ha sido esta crisis, es mucho más doloroso".

-¿Sienten responsabilidad por la muerte de ella?

"Es difícil no sentir responsabilidad por todo lo que pasó en Santiago, o pena, empatía o dolor".

-¿Van a compensar a la familia de manera especial o le van a entregar $25 mil, que ofrecieron como bonificación voluntaria para todos los clientes?

"La señora ha sido parte de otro tipo de situación que no es la misma de la bonificación. Nos hemos puesto a disposición de la familia para apoyarlos y esto va en dirección de una conversación privada que tampoco queremos forzar en estos días. No me parece tocar el tema, por respeto a la familia".

-El alcalde Joaquín Lavín envió a un grupo de vecinos de Las Condes a hoteles y señaló que esto lo pagará Enel, a través de un descuento que hará el municipio de la cuenta de luz que les paga mensualmente. ¿Qué pasará con esa cuenta? ¿Han hablado con el alcalde?

"Con el alcalde hemos hablado todos estos días, pero el enfoque obviamente ha sido cómo vamos a arreglar, dónde estamos arreglando, hemos estado recibiendo indicaciones de puntos críticos. Hasta que no arreglemos (el suministro) a todos los clientes, hablar de cualquier otra cosa sería gastar energía no en lo correcto".

"Llegado su momento, conversaremos el tema con el alcalde. Con la bonificación dimos la señal de que no tienen que arrinconarnos para presionarnos a actuar. Ya lo hemos hecho la vez pasada, sin nadie en hoteles. Una bonificación voluntaria es una espontánea expresión de respeto para nuestros clientes".

La tarifa de hoy en Chile paga un desarrollo que puede llegar al de Italia, pero en años

-¿Esta es la capacidad máxima que tiene Enel en Chile? Porque en Italia tienen otras capacidades.

"Cada país tiene su especificidad, desde el punto de vista de qué infraestructura tiene, qué amplitud tiene el área de concesión, qué mercado está alrededor. En Italia, Enel tiene concesiones en muchas áreas. Allá es más fácil mover recursos de distintas áreas del país al punto donde hay un problema. Uno puede, del sur de Italia o del norte, converger al centro y poner más recursos. Aquí tenemos una concesión en Santiago. Hemos actuado de buena forma, con la cooperación de CGE y Chilquinta, que nos ha permitido añadir unas cuadrillas. Es algo que podemos fortalecer como industria".

-¿Qué tipo de mejoras concretas han hecho en Santiago durante los últimos años?

"El tiempo de interrupción de los clientes. El año pasado llegamos a los 200 minutos de interrupción cada año por persona (atribuibles a la distribución). Creo que el promedio en Chile es de 400 minutos".

-Pero esas mejoras se dan dentro de un contexto muy pobre. En Chile contamos el tiempo de cortes en horas y en Europa se cuenta por minutos.

"No, no tanto como usted piensa. Pero 200 minutos no son el resultado de una gestión, sino de una infraestructura, de qué estándar de calidad el país puso en eso, el resultado de treinta o cuarenta años de crecimiento, de inversión, de decisiones. Si tenemos 15 mil kilómetros de los cuales 12 mil son de línea aérea, no ha sido una decisión solo de Chilectra antes y de Enel hoy, ha sido el estándar de calidad que el país ha elegido en el pasado. Hay otros países que se han desarrollado antes económicamente y han decidido 30 años atrás enterrar todos los cables. En Italia, el mejor desempeño que tenemos es de 50 minutos (de interrupciones), acá estamos en 200 minutos".

-¿Usted entiende que con el nivel de exigencia respecto a las empresas, plantear que hay un estándar de calidad para un país pobre y otro distinto para un país rico no es un buen argumento?

"Esto se relaciona con decisiones que no son de Enel, son del Ministerio, son de reguladores, de la SEC. No es que yo considere que para Chile esté bien 200 minutos y para Italia 40 minutos. Son procesos continuos, no van por voluntad. No se pueden poner en marcha trenes en todo Chile porque no hay fierro (líneas de tren). Tenemos que pensar que si queremos poner cables subterráneos hay que hacer obras relevantes. Poner cables reforzados significa interrumpir una línea por varios días, poner nuevos postes. Chile hoy merece, necesita una red que se comporte mejor".

-¿Se puede llegar en Chile a los estándares de Italia con la actual tarifa?

"Llegar a 40, 50 minutos, necesita inversiones. La tarifa de hoy día en Chile paga un desarrollo que puede llegar allá, pero en años. En Italia tenemos 20 millones de medidores inteligentes, que nos permiten ver si en su casa tiene luz o no (...) el estándar de calidad no lo decidimos nosotros mismos".

-Esta semana los visitó un alto ejecutivo del grupo en Italia, Livio Gallo, ¿a qué vino? ¿Qué instrucción dio?

"Livio Gallo es el responsable de la División de Infraestructura y Redes, y estaba en Brasil este fin de semana. Frente a la situación que estábamos viviendo, él quiso pasar por Chile a apoyarnos. Fue una gran ayuda porque trajo a Chile la experiencia de Enel".

-En una crisis como esta, se esperaría que los trabajadores manifestaran un grado de complicidad con la empresa y hemos visto algunas de las críticas más duras de parte del sindicato. ¿Es mala la relación con los trabajadores?

"No, al revés. He vivido las últimas horas acá -excepto 4 o 5 horas en la noche-, y he visto el ánimo y el corazón de los trabajadores las 24 horas acá y en terreno. Esta gente tiene una frustración brutal por no haber tenido la capacidad de mitigar un impacto tan importante".

"No pienso en ser (sindicado como) alguien que representa a una mala compañía. Todo eso nos afecta y lo tenemos que asumir, pero no es lo que queremos. Nos vamos a fortalecer, pero hoy esta gente se siente bajo una presión sicológica brutal, como si fueran criminales, y son trabajadores de altísima calidad. Claro que este equipo bueno tiene que moverse en una dirección distinta, de ser resiliente a eventos tan excepcionales. Pero ¿quién está preparado para eventos que pasan cada 50 años?".

-¿Esta crisis ha sido lo más difícil que le ha tocado en su carrera?

"Pienso que sí. He tenido momentos difíciles, porque estamos expuestos a muchos problemas, en distintas áreas y he trabajado en otros países, y he enfrentado otras crisis. Las crisis pasan, lo importante después es avanzar con la lección aprendida y las mejoras. Si Chile se tiene que enfrentar a un cambio climático extremo, creo que es un buen debate, porque si no, nos enfrentaremos con otra crisis y otra".

"Con la bonificación dimos la señal de que no tienen que arrinconarnos para presionarnos a actuar. Ya lo hemos hecho la vez pasada sin nadie en hoteles".

"No tengo la cifra exacta (de cuánto costaría soterrar cables), pero tendríamos que irnos todos de vacaciones y volver en 2020 porque se paralizarían las calles y sería una locura".

"Chile hoy día merece, necesita una red que se comporte mejor".

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