Dólar Obs: $ 981,71 | -0,07% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.072,05
IPC: 0,60%
Ante su baja popularidad y los problemas por el caso ruso:

Trump reforma su equipo comunicacional con la esperanza de mejorar la imagen del gobierno

sábado, 22 de julio de 2017

Nicolás García de Val
Internacional
El Mercurio

El Presidente nombró a Anthony Scaramucci como jefe del área, lo que habría provocado la renuncia de su portavoz, Sean Spicer.



Complicado por sus derrotas en el Congreso, su baja popularidad, las repetidas informaciones sobre el caos al interior del gobierno y, sobre todo, por la investigación sobre los presuntos vínculos de sus asesores con el gobierno ruso, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiso dar un golpe de timón cambiando al jefe de su equipo de comunicaciones. Pero consiguió lo contrario: una polémica dentro de la Casa Blanca de la que fueron espectadores todos los medios en primera fila.

El nombramiento de Anthony Scaramucci como nuevo director de Comunicaciones (un puesto vacante desde mayo) habría molestado al portavoz presidencial, Sean Spicer, quien renunció antes de que se oficializara el nombramiento, y al jefe de gabinete, Reince Preibus.

Scaramucci es un ejecutivo financiero de Wall Street, uno de los más acérrimos defensores de Trump, y, en cierta forma, se parece al Presidente. Es un neoyorquino millonario que dice lo que piensa y no tiene problemas en hablar directamente con los periodistas. Por eso, el Mandatario lo puso a cargo de las comunicaciones: es que Trump está convencido de que los problemas de su gobierno se deben a una mala cobertura de prensa y a las constantes filtraciones a los reporteros. Ambas responsabilidades de Spicer.

"Hay una desconexión entre cómo nosotros vemos al Presidente y cómo lo ven ustedes", dijo el nuevo director de Comunicaciones en su primera rueda de prensa en el cargo. Scaramucci aprovechó para alabar a su jefe -a quien llamó "un gran comunicador" y un Presidente con "los mejores instintos políticos del mundo"- y para asegurar que hará "cambios incrementales" para "entregar mejor" el mensaje de la administración.

Spicer no está de acuerdo, dijeron fuentes a The New York Times. Aparentemente, el ahora renunciado portavoz le dijo a Trump que la nueva contratación era "un error grave".

Pero la llegada de Scaramucci parece haber sido solo la gota que rebasó el vaso para el portavoz, porque los rumores sobre su salida circulaban hace meses en los pasillos de la Casa Blanca. Un ex vocero del Comité Nacional Republicano dijo a The Washington Post que Spicer era frecuentemente el blanco de la ira y críticas del Mandatario.

Su relación con los medios no era mucho mejor. Entre los periodistas eran famosos sus arrebatos y estilo combativo, que ha quedado inmortalizado en la parodia de Saturday Night Live, el programa de comedia más famoso en el país (ver recuadro).

"Es momento de dar al Presidente un nuevo comienzo", dijo ayer Spicer, quien continuará en el puesto hasta fines de agosto, cuando será reemplazado por Sarah Huckabee Sanders, hasta ahora subsecretaria de prensa.

La salida del portavoz es un gran golpe para el jefe de gabinete, quien recomendó a Spicer para el cargo, pese al escepticismo de Trump.

Al igual que el vocero, supuestamente, Priebus también se opuso al nombramiento de Scaramucci, e incluso había evitado hasta ahora que se designara al ejecutivo en altos cargos del gobierno.

No está clara la razón por la que ambos están en contra de Scaramucci. Pero según Politico, se debería a que "no quieren que llegue al gobierno alguien con línea directa al Presidente".

Por otro lado, Scaramucci tiene el apoyo de la hija de Trump, Ivanka, y su esposo, Jared Kushner, uno de los principales asesores del Presidente.

Ayer, el nuevo director de Comunicaciones negó alguna tensión: "Reince y yo hemos sido amigos por 6 años. Somos como hermanos, y, como tales, peleamos de vez en cuando".

Los otros planes

La renovación del equipo de comunicaciones forma parte de un plan más amplio del gobierno para desvincular a Trump de la investigación por la supuesta injerencia de Moscú en las elecciones presidenciales de 2016 y los posibles contactos que pudieron haber tenido sus asesores de campaña.

"La Casa Blanca ha tenido problemas comunicacionales desde la llegada de Trump al poder, por lo que hay muchas razones para hacer estos cambios. Pero no me cabe duda de que las decisiones adoptadas tienen que ver en gran parte con la investigación sobre Rusia", dijo a "El Mercurio" Keith Whittington, experto de la Universidad de Stanford.

Otro ángulo que está adoptando el equipo del republicano para resolver este problema es indagar al investigador especial a cargo del caso, el ex director del FBI Robert Mueller. Específicamente, los abogados de Trump están intentando encontrar "conflictos de interés" que podría tener Mueller, dijo a The Associated Press Jay Sekulow, miembro del equipo legal externo del Mandatario.

Incluso se ha dicho que el Presidente habría considerado buscar la forma de despedir a Mueller, aunque no tiene planes de hacerlo, "por ahora", dijo Sarah Huckabee Sanders.

Trump también se ha mostrado muy interesado en el perdón presidencial y ha preguntado a sus abogados sobre la posibilidad de concederlo a familiares, colaboradores, o incluso a sí mismo, reveló The Washington Post.

"Indultar está dentro de las facultades del Presidente", dijo ayer Huckabee Sanders, sin detallar los planes de Trump.

El fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions, habría tratado en 2016 asuntos de la campaña electoral de Donald Trump con el embajador ruso en Washington, Sergey Kislyak, según dijeron a The Washington Post funcionarios que describieron interceptaciones de servicios de inteligencia.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia