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La fuerza de la naturaleza y el poder de nuestra naturaleza

jueves, 20 de julio de 2017

Economía y Negocios


Isidora Undurraga
Directora ejecutiva de ForoInnovación

La nevazón del pasado fin de semana, aunque prevista, no sólo nos sorprendió por su impacto, sino que nos enfrentó a ver qué tan preparados estamos. Hace 5 años, la isla de Manhattan, vivió un apagón general por dos días producto del Huracán Sandy. Hemos sido testigo de los desastres forestales que ocurren anualmente en Australia, o los terremotos y erupciones volcánicas que enfrentan cada cierto tiempo los japoneses.

Considerar insólito los cortes de luz producto de la nevazón (a la cual no estamos técnicamente preparados), muestra nuestras falencias como sociedad en cuanto a capacitación, desarrollo de estudios y conocimientos para ser un aporte en la entrega de soluciones. No puede ser que el problema o la culpa recaigan en una sola empresa o en un grupo reducido de personas…

Si la naturaleza nos puede superar cada vez que se lo propone, entonces tenemos que ejercitar y llevar nuestra propia naturaleza creativa a un nivel superior, siendo la innovación el proceso que mayores garantías nos entrega.

El miedo al cambio sigue siendo un tema presente en nuestro inconsciente. Algo relativo a nuestra naturaleza humana, a nuestras sombras. Estamos en un tiempo único para fomentar nuestro genio creativo, la educación de vanguardia, está enfocada en que cada persona pueda potenciar su habilidad en pro de un trabajo en equipo. Sin embargo, como parte de esta apertura a atreverse e investigar de forma más masiva, sigue siendo una percepción general que aquellos que quieren crear cambios, crean también incomodidad.

Por muy racionales que nos sintamos, de todas formas pareciera haber un espacio en pensar en el poder de la magia. Magia ya sea para explicar desastres naturales nunca antes ocurridos, o magia para quienes debieran tener la solución resuelta ya.

Nuestra prioridad y foco debiera estar en promover más estudios y conocimientos de cara a cómo sobrevivir a desastres naturales. Afortunadamente en nuestro país tenemos ejemplos como el de Alejandro Aravena o Juan Carlos de la Llera.

Ellos se encuentran en la avanzada en cuanto entender los órdenes naturales y ver cómo potenciar su propia naturaleza creativa.

Alejandro Aravena junto al equipo de Elemental y a la municipalidad de Constitución, fueron capaces de diseñar un nuevo plan de reconstrucción para la ciudad que había sido destruida por el tsunami del 28F. Es interesantes la humildad del diseño, al asumir que por mucho que se intenten combatir las fuerzas de la naturaleza, hay caminos que más que combatir y perder, tienen que ver con disipar y utilizar a favor los mismos recursos naturales, logrando así disminuir las posibilidades de destrucción.

La solución anti tsunami existente en el momento tenía que ver con muros de cementos instalados en el borde costero (Japón), los cuales -en teoría- serían capaces de frenar la fuerza de la ola gigante. Pero no funcionó en Fukushima.

Mientras que la propuesta desarrollada por el equipo de Aravena en conjunto con la comunidad, ha servido como caso de estudio para varios gobiernos locales alrededor del mundo, contando entre ellos con Mahattan y el mismo Fukushima.

Del mismo modo, el ingeniero Juan Carlos de la Llera, mediante su empresa Sirve, fueron quienes construyeron los disipadores de energía para la Torre Titanium, que le permitió al rascacielos sobrevivir al terremoto del 28F en Santiago. Si bien se dio efectivamente un desarrollo más tecnológico vinculado con la ingeniería, esta solución también tuvo que ver con usar a favor la fuerza de la naturaleza en vez de combatirla, facilitando la salida de energía en vez de contenerla.

Cuántos estamos dispuestos a investigar, estudiar y hacernos expertos para facilitar soluciones en pro de poder tener un mejor pasar frente a los desastres naturales, versus a aquellos que prefieren esperar a que las soluciones lleguen por sí solas o por unos pocos a quienes consideran responsables? Bienvenidos a potenciar aquello que es natural en nosotros.

Bienvenidos a potenciar nuestro genio creativo, que permite llevar adelante la innovación y a mejorar nuestra calidad de vida.

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