Al contrario de lo que pueden sugerir las frecuentes imágenes de atentados, el terrorismo va a la baja, según un informe del gobierno estadounidense. En 2016 hubo un total de 11.072 ataques en todo el mundo, que provocaron 25.600 muertes, lo que supone un descenso del 9 % en los atentados y del 13 % en las víctimas mortales respecto a 2015. El mayor responsable de esas muertes y atentados fue el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que amplió su alcance fuera de los bastiones que tiene en Irak y Siria. De acuerdo con el reporte anual del Departamento de Estado, el grupo atacó en 20 países a través de sus filiales, que tienen especial fuerza en África Occidental, Afganistán, Pakistán, Egipto, Libia y Yemen. En Europa, el EI atentó "contra objetivos simbólicos y espacios públicos", como el atropello de cientos de personas en Niza (Francia) en julio de 2016, y los ataques en un mercado navideño en Berlín en diciembre. Estados Unidos calcula que "alrededor del 30 % de los combatientes" procedentes de países de la Unión Europea (UE) que se habían unido al EI en Siria e Irak "han regresado" a sus naciones de origen, y que en 2016 hubo "significativamente" menos ciudadanos de Europa Occidental y de los Balcanes que se unieron a los yihadistas. El documento menciona a Irán como el "principal Estado patrocinador del terrorismo" y vuelve a incluirlo un año más, junto a Siria y Sudán, en una lista negra que supone la imposición de sanciones. América Latina En Latinoamérica y el Caribe, Estados Unidos cree que hay "vulnerabilidades" como "fronteras porosas, capacidades limitadas para aplicar la ley y rutas establecidas de tráfico" de personas y drogas, que han "ofrecido oportunidades a grupos terroristas locales e internacionales". Sobre Colombia, las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) -hoy en proceso de desmovilización-y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), ya no son calificadas como "la principal amenaza terrorista en el Hemisferio Occidental". En cuanto a Venezuela, el Departamento de Estado vuelve a acusar a Nicolás Maduro de mantener un "ambiente permisivo" que beneficia a grupos como las FARC, ETA y la milicia libanesa Hezbollá.